PASO 1
Pon la harina en un recipiente y haz un agujero en el centro.
PASO 2
Vierte la levadura y el azúcar.
PASO 3
Echa una pizca de sal.
PASO 4
Templa el agua y añádela.
PASO 5
Mezcla todos los ingredientes poco a poco hasta obtener una masa.
PASO 6
Añade ahora la cucharadita de aceite y sigue amasando.
PASO 7
Cuando notes que la masa está suave tápala con un paño limpio y déjala reposar 1 hora fuera de la nevera.
PASO 8
Una vez transcurrido este tiempo enharina una superficie y estírala con la ayuda de un rodillo.
PASO 9
Dale la forma que desees y ya la tienes.