¿Se deben congelar todos los alimentos?
Se acabó el período estival, y aunque ya las vacaciones se escalonan más, muchos de vosotros habréis cerrado unos días, algunos hasta el mes completo, con lo cual llega el momento de ponerse las pilas, llenar despensa y cómo no ¡congelador!
Hoy en día no hay establecimiento y no me aventuro mucho al añadir cualquier cocina que no tenga un congelador comparable al “cofre del tesoro”. Existe una tendencia muy, pero que muy extendida, a la cual me sumo, y es ni más ni menos que, hacer la compra y acto seguido… al congelador.
Sin embargo, ¿estáis seguros de que todo lo que congeláis está bien congelado, valga la redundancia? En Ehosa, especialistas como somos en
productos para hostelería, somos conscientes del proceso que siguen los alimentos para su congelación, de hecho es uno de nuestros platos fuertes, he de deciros que cada vez incorporamos más productos de quinta gama a nuestro port-folio . Con ello quiero deciros que sabemos lo que estamos vendiendo, pero a lo que voy realmente es a los que congeláis vosotros, para tenerlos a mano.
Pues bien, lo primero que se aconseja es consumir esos alimentos en los 9 meses siguientes a haberlos comprado. El segundo paso a seguir debería ser que su descongelación fuera lenta para que se mantenga igual.
Lo metemos todo en el congelador pero, ojo, no todos los alimentos se deben congelar, aunque lo hagamos:
- Las ensaladas frescas se vuelven marchitas, blancas y sin sabor después de haber estado en el congelador. Se aconseja lavar las hojas y mantenerlas guardadas en plástico en la nevera.
- Frutas y verduras crudas tienen un gran porcentaje de agua por lo que al descongelarse quedan blandas y muchas de ellas enmohecidas.
- El yogur que se congela puede ser peligroso ya que la leche que contiene se corta y puede provocar problemas de salud.
- El mejor lugar para guardar las patatas es en un sitio seco y seco, el congelador no es su mejor aliado.
- Los quesos son muy delicados frente al congelador, la mayoría se vuelven blandos, sin sabor y harinosos.
El congelador puede ser nuestro más fiel aliado a la hora de la elaboración de los menús, pero utilicémoslo bien, vuestros clientes lo valorarán, y ya sabéis… ¡los que repiten mesa son ellos!
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