¿Se debe pagar en el momento de reservar en un restaurante?
Cada vez son más los restaurantes que se suman a esta tendencia: clientes que deben pagar en el momento de realizar una reserva en un local gastronómico.
Pero, ¿por qué sucede esto en algunos establecimientos?
Es evidente que todo tiene un motivo. Aunque en España se vea con reticencias, en otros países europeos es algo completamente habitual.
Algunos restaurantes con una lista de espera larguísima, tienen que enfrentarse a una triste realidad cada día, las mesas reservadas quedan vacías, a pesar de que, previamente, una persona ha reservado en ese lugar.
Y no solo debemos atender en el análisis a los de más demanda o listas de espera, cualquier establecimiento de hostelería reserva mesa y espera ser correspondido con la presencia de los comensales, no siendo así realmente en muchas ocasiones,
¿Es una cuestión de educación?, seguramente si, porque una llamada de cancelación con la suficiente antelación, posibilitará al restaurante el poder ofrecer esa mesa a alguien, que la demande en ese momento, o en las horas de servicio de comidas o cenas.
Si es cierto que para todos los comensales es algo negativo, pero puede ser un beneficio innegable para el hostelero.
Restaurantes que se han sumado a esta iniciativa
En muchas ocasiones, la reserva en un establecimiento no viene necesariamente acompañada de un compromiso por parte del consumidor, y esto para los propietarios es una falta de respeto a su trabajo. Por ello, muchos cocineros en sus locales, llevan intrínseco un precio en la reserva.
El último en incorporar esta medida fue el cocinero David Muñoz, propietario del restaurante DiverXO. Este hostelero ha implantado un sistema de cobro por adelantado en su web en el momento de efectuar la reserva. La justificación fue:
“Hay días que se quedan libres tres o cuatro mesas y eso es insostenible en un restaurante con unos costes tan elevados como los nuestros”.
El precio del ticket de reserva es de 60 euros por persona, que se descuenta posteriormente de la factura.
El chef Andoni Luis Aduriz del Restaurante Mugaritz, con dos estrellas Michelin en Errentería (Guipúzcoa), fue uno de los primeros en establecer este protocolo:
“No queremos facturar sin trabajar, es facturar la irresponsabilidad de la gente, porque nosotros trabajamos con 300 proveedores singulares para 50 comensales, y que 40 sillas al mes se quedasen vacías estando reservadas y habiendo lista de espera, se comía los posibles beneficios”.
Otro profesional que se ha sumado a esta tendencia es el cocinero Quique Dacosta, que decidió establecer un precio de 50 euros por reservar su restaurante de tres estrellas Michelin, en Denia (Alicante).
Y no solo es una medida que se establece en locales de alta cocina, sino que poco a poco se está implantando en otros establecimientos nacionales.
Algunos empresarios se muestran reticentes
Los comensales no son conscientes de lo que puede suponer no acudir a un restaurante teniendo una reserva previa. Sobre todo, en aquellos locales más demandados, es un gran obstáculo, ya que una mesa de 4 personas, por ejemplo, puede significar entre el 15 y 20% de una facturación.
Sin embargo, a muchos restaurantes no les convence la idea. El hecho de tener que obligar a pagar a tus clientes por un servicio gratuito es algo que no atrae a todos los hosteleros, ya que consideran que pueden llegar a perder muchos comensales por esta iniciativa tan arriesgada.
Además, con la cantidad de competencia hostelera que existe actualmente, no quieren exponerse a este posible peligro, pero en la sombra está siempre el que se quede la sala vacía por la irresponsabilidad de muchos clientes, que con herramientas tecnológicas de reservas online, ya sea en plataformas o bien en sus propias webs, pueden llevarlo a cabo de forma muy ágil, practica y sobre todo concienciando al cliente
Lo que está claro es que una decisión de esta envergadura tiene sus luces y sombras. Es evidente que cada empresario y cada negocio es un mundo y que las medidas y las iniciativas de unos pueden ser contraproducentes y adversos para el resto, pero en un mercado de libre competencia como el de la hostelería, cada uno toma sus iniciativas y debe ser consecuente, el que sean acertadas o no se verá con el paso de los meses…
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