Pastel o Pudding, color y sabor en armonía
¿Cuántas veces habéis puesto en vuestros menús “algo” que ha conseguido diferenciaros de vuestra competencia? Cuando digo diferenciaros me refiero a hacer que potenciales clientes se conviertan en clientes si no habituales, cuando menos asiduos.
Cada uno sabe lo que prepara en su cocina y lo que sirve en sus mesas, de igual manera que sabe lo que le gustan a sus clientes, sin lugar a dudas hay platos que funcionan mejor que otros.
Este post, me gusta, me gusta muchísimo, porque voy a hablaros de pasteles o también llamados puddings, no dulces, hoy no toca, estos son salados, con sabor a verduras, pescado, marisco, pimientos, pasteles que se pueden servir fríos, semi fríos, templados y hasta calientes.
El “algo” con el que he comenzado lo voy a defender ahora, estos pasteles, en concreto los que trabajamos nosotros, Ehosa, de puerros con gambas y de bonito con piquillos, te permiten presentar la opción de un plato bonito, primero por el colorido y segundo por el aderezo. Ya sea rodearlo de lechuga en juliana, que incorpora otro color al naranja y rojo, un poco de mahonesa no puesta de cualquier manera sino con esmero, o una reducción de aceto balsámico con un biberón que de un toque cubista a nuestro conjunto.
Da gusto servir una mesa y notar las caras de los comensales cuando ven la presentación de lo que han pedido, por qué si no, iban a tomarse tantas molestias los grandes chefs en vestir de gala sus creaciones.
Nuestra sugerencia es que podáis aportar una diferencia a vuestros bares, restaurantes, cafeterías, tabernas, da igual, a vuestro negocio de hostelería, desmarcaros de lo corriente, innovad, ahora es el momento, como ya os he dicho en posts anteriores covertidnos en vuestro aliado, a fin de cuentas los productos que trabajamos son para que os gusten, podemos asesoraros, y quizás el comienzo esté en estos puddings. Un toque diferente en un menú sencillo, no suena mal verdad?
Lo que os garantizo es que saber, saben muy bien y más como no podía ser menos, con una copa en la mano, esta vez de albariño haciendo honor a nuestro post de la semana pasada. En esta ocasión no sólo os dejo con plato y copa puesta sino con presentación sobresaliente, y como ya es costumbre y de las buenas, no os digo adiós sin desearos que tengáis el día que sólo vosotros decidáis tener.