¿Luz íntima o luz intensa en un restaurante?
La luz en los establecimientos de hostelería es clave para conseguir la tan ansiada experiencia de cliente.
Si eres propietario de un restaurante, seguramente te habrás planteado esta pregunta en varias ocasiones, ¿luz tenue o luz intensa en mi local? Es un auténtico dilema.
Por una parte, se encuentran los clientes partidarios de una luz íntima, ya que lo asocian con lugares más acogedores y entrañables.
Sin embargo, por otro lado, están aquellas personas que prefieren acudir a un restaurante bien iluminado, para que se vea todo con claridad, tanto la comida como a su acompañante. Generalmente, las personas mayores son las que se sienten más atraídas por esta alternativa.
A continuación, te otorgamos las claves para tomar una u otra decisión.
Pros de la luz íntima o tenue en un restaurante
En los últimos años, se han incrementado los locales con unas simples velas en las mesas o una luz muy tenue en su interior. Negocios como las teterías o las cafeterías deciden incorporar esta modalidad en sus negocios cada vez más a menudo. Esta alternativa está triunfando de manera notable, sobre todo entre los jóvenes comprendidos entre los 20 y 40 años, ya que son los que prefieren este tipo de luz.
Con esta iluminación, propicias un encuentro acogedor y personal, por supuesto, son lugares ideales para una cita, ya que para sorprender a tu pareja siempre ganan posiciones estos negocios, frente a los que tienen una iluminación intensa.
Recuerda que la iluminación moderada, otorga un ritmo pausado a la comida o cena. Así que, si la línea de tu negocio es precisamente esa, que tus clientes degusten cada plato sin prisa, quizá esta sea la iluminación más conveniente.
Eso sí, no debes obviar que, aunque tu restaurante tenga una luz íntima, hay zonas que deberían tener un mayor nivel de iluminación, como los aseos y los espacios de entrada y de salida. Tu clientela te lo agradecerá.
Pros de la luz intensa o excesiva
Este tipo de iluminación es vital sobre todo para los restaurantes de comida rápida, en los que el ritmo de consumición de los alimentos es más intenso. Además, las luces marcadas o fluorescentes propician que los clientes se sientan más atraídos hasta este local.
Una de las ventajas de emplear una luz más viva en tu local es que los clientes pueden apreciar todo con mucha claridad, desde el más mínimo detalle de cada plato, hasta la mirada de cualquier camarero, pasando por analizar la carta con una mayor precisión y nitidez.
Pero, además de estas opciones, ¿sabes que puedes contar con más alternativas? Si lo prefieres, también puedes innovar y combinar ambos tipos de iluminación.
Tener una zona más iluminada, por ejemplo, nada más entrar a tu local; y un espacio más íntimo al fondo del mismo. Asimismo, además de una luz tenue, puedes tener una cama balinesa (una opción que cada vez está más de moda) para que tu clientela tenga la máxima intimidad posible.
Ante todo, debes saber cuál es el estilo de tu local (romántico, familiar, moderno, clásico…) y después, valorar qué clientela tendrás. Cuando seas consciente de esto, es cuando debes decidir entre una u otra alternativa de iluminación.
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