Las virtudes que conforman el trabajo de un buen cocinero
Relatamos las principales cualidades que adornan el desempeño de un cocinero fiable: diligencia, resolutividad, flexibilidad, habilidad para el trabajo en equipo y creatividad.
Este artículo aspira a indagar en las cualidades que caracterizan a un cocinero confiable, con un detalle a la manera de una radiografía de las virtudes que definen a un buen artesano de los fogones.
Lo primero que conviene delimitar es que un cocinero es un profesional que desarrolla el oficio y profesión de cocinar los alimentos.
Entre sus funciones están las de elaborar los trabajos de preparación, cocción y aderezo de las comidas y otros alimentos diversos.
En algunos casos, se le designa como “chef”. Con esa etiqueta nos referimos a los casos en los que oficia como cocinero mayor o “jefe de cocina”
5 Virtudes que debe atesorar un buen Chef
La capacidad para ser diligente y resolutivo
Un cocinero acostumbra a ir con poco margen en los fogones, debido al alto porcentaje de pedidos que debe atender.
Debido a esta elevada carga de trabajo, el reto de un cocinero competente es gestionar de manera correcta las tareas en el menor tiempo posible. De ahí que la diligencia y celeridad en el desarrollo de sus tareas sea crucial.
La flexibilidad y capacidad para adaptarse a las peticiones de sus clientes
Los clientes actuales son bastante distintos a los de hace décadas. Hoy día los comensales están mejor informados y toman como referencia las nuevas tendencias sobre gastronomía y sobre nuevas técnicas de cocina. Se trata de un escenario que conviene interpretar como positivo y estimulante.
El hecho de que el público cada vez sepa más, requiere estar mejorando y adaptándose de manera permanente. Esa exigencia hay que metabolizarla de una manera interesante y apreciarla como un acicate para no estancarse en la profesión.
La destreza para aprender cada día
Para cocinar no es fundamental cursar estudios universitarios. Esta es una creencia bastante fijada durante mucho tiempo, porque lo cierto es que la cocina es una actividad esencial para el sustento humano.
No obstante, con los años se han desarrollado proyectos homologados por las diferentes administraciones para que las personas que quieren aprender a cocinar de manera profesional puedan capacitarse y habilitarse de manera formal, para así cultivar mejor sus cualidades culinarias para que puedan expresarlas en todo su potencial.
Hoy día es posible estudiar un Grado en Ciencias Culinarias y Gastronómicas en diferentes centros universitarios del país. El Basque Culinary Center es, por ejemplo, uno de los centros de estudios superiores gastronómicos de referencia en nuestro país. En esta institución se brinda formación concreta y de vanguardia a los futuros artesanos profesionales de los fogones.
La habilidad para saber trabajar en equipo
Si quieres encaminar tu rumbo hacia la cocina profesional, debes saber que, para instruirte como cocinero profesional, es fundamental que sepas trabajar en grupo.
Debes de entender que cada componente del equipo de trabajo desarrolla un rol esencial y que el éxito en el resultado final tiene correspondencia con la eficiencia del trabajo en conjunto.
Todos los trabajadores que integran una cocina profesional son cruciales, y su labor grupal y coordinada es la clave para brindar un servicio de comidas competente y memorable al comensal.
La creatividad
El proceso de ideación de elaboraciones en el cocinero es uno de los que más gratificaciones aporta a los profesionales de los fogones.
Es inspirador contemplar que lo que en principio puede ser una idea, un sabor o una textura insólita, puede desembocar en una nueva preparación y toda una experiencia gastronómica para tus comensales.
Eso sí es importante subrayar que la creatividad por sí misma no es nada en este oficio, debe venir adobada de buenos conocimientos de las técnicas de cocina y de las materias primas con las que se desarrolla cada plato.
También es muy práctico desarrollar un registro pautado de la labor creativa y sus evoluciones (notas, imágenes, esbozos…) que, agregado a la propia experiencia que se construye conforme discurre una carrera profesional, fundamentan la personalidad y la calidad del repertorio de un creador gastronómico.