Las principales cualidades que caracterizan a un buen maître
Repasamos las virtudes que caracterizan a un jefe de sala competente: coordinación, organización, comunicación, amabilidad, asertividad, relaciones públicas y habilidades comerciales.
El maître, también conocido como metre en su castellanización de la forma original, es el profesional de la restauración que funciona como lo que también conocemos como jefe de sala.
Su nombre es de origen francés, y significa, en un sentido literal, “maestro”.
Esta definición etimológica representa un sabio compendio de las funciones que comporta su rol: organizar, planificar, y manejar con destreza y ‘mano izquierda’ las tareas que tienen lugar durante el servicio en la sala, sabiendo guiar al equipo de camareros a su cargo con una interesante mezcla de firmeza, suavidad y claridad de ideas.
Un conjunto de cualidades y funciones que se traduce en una toma de decisiones rápida y certera, que normalmente se afina conforme se acumulan años y experiencias desarrollando esta función.
Quién es el maître en un establecimiento de hostelería
El maître es la persona que sincroniza todas las tareas del comedor y además es el nexo de unión entre la cocina y el cliente.
En su persona resulta recomendable que se concilien cualidades como la resolución y la velocidad de ejecución
Es decir, el jefe de sala es el responsable de velar para que el servicio esté bien gestionado y de que los comensales vean satisfechas sus peticiones con un extra de amabilidad y resolución en el servicio.
Cualidades que definen a un maître competente
¿Qué cualidades profesionales ha de tener un buen maître? En primer lugar, debe mostrar predisposición a construir relaciones humanas consolidadas y ejercitar la comunicación activa la comunicación social.
Es la máxima autoridad del equipo dentro de la sala, y por lo tanto será el responsable de gestionar lo que acontezca en ella.
Es la persona que vela por el buen funcionamiento del restaurante y us funciones incluyen:
- La organización del equipo de trabajo
- Las relaciones públicas
- La venta de productos
- La planificación del trabajo
- La coordinación con el resto del equipo del restaurante.
Las virtudes más interesantes para ejercitar la función de maître es tener don de gente, ejercer como comercial, transmitir seguridad, mostrar una presencia lo más elegante e impecable posible y poseer (o desarrollar) una gran destreza para manejar las situaciones de elevado estrés.
El jefe de sala debe atesorar también extensos conocimientos en cultura gastronómica, al tiempo que se cultiva en técnicas de cocina y maridajes de vinos.
Así mismo, resulta muy recomendable, para favorecer la comunicación, que los maitres adquieran o perfeccionen el manejo de varios idiomas extranjeros con gran fluidez, sobre todo el inglés, para favorecer la comunicación con la mayor diversidad de comensales posible.
De igual manera, debe saber expresarse de manera clara, respetuosa, empática, asertiva y profesional, ya que así creará un ambiente propicio para comunicar sus instrucciones efectivamente.
También resulta muy estimable que agregue a estas habilidades la capacidad analítica, así como buen sentido de la observación y destrezas para la deducción. En ese ámbito comunicativo, funcionan la discreción y la diplomacia como algunas de las cualidades que más se aprecian en un maître.
En esa sintonía, resulta crucial que maneje estrategias de motivación, además de que sea decidido, honesto y esté siempre dispuesto a brindar el mejor servicio.
También es clave que sepa cómo detectar y resolver problemas con celeridad. En esa faceta de cohesión con los comensales, debe saber formular las preguntas pertinentes para recabar las preferencias del cliente y basar en ellas sus recomendaciones sobre el menú del restaurante.
En síntesis, la discreción, la buena presentación y la diplomacia son algunas de las cualidades que más se aprecian en este profesional.
Funciones que cumple un maître
- Coordinar y estructurar el equipo de trabajo en sala.
- Organización de las jornadas laborales.
- Desarrollo de las relaciones públicas.
- Sugerir la venta o asesoramiento de productos y servicios.
- Planificar y desarrollar eficientemente la función de un restaurante u hotel.
- Fijar las estrategias de comunicación directa entre cocina y sala.
- Control de stock.
- Recibir y guiar a los comensales, tanto en la entrada como en la salida del restaurante.
Al ser un puesto que se encarga de organizar grupos de personas, como camareros o cocineros, debe aprender a priorizar tareas para evitar conflictos o resolverlos cuando se presenten durante el servicio.
El ritmo de una sala puede ser muy estresante, por eso es esencial que el maître sepa gestionar las funciones de cada empleado de manera paciente y eficiente.