¿Hasta qué punto cuenta la primera impresión de tu negocio?
Para bien o para mal, según se mire, la primera impresión cuenta, y mucho
Bueno, bonito y agradable son calificativos muy demandados para los locales de hostelería que buscamos las personas hoy en día, sin olvidarnos el “barato”, pero ésta no es la principal causa de éxito o no, de los nuevos Bares o Restaurantes.
Desde el primer vistazo a tu establecimiento un cliente puede tener sensaciones tan diferentes como “la cosa pinta bien” u “ojalá no hubiera entrado”.
Para que todas las opiniones se inclinen más hacia el lado de la primera frase y no de la segunda, te ofrecemos a continuación estos consejos que debes tener presentes.
La estética, la limpieza y la decoración
Ni que decir tiene que tu establecimiento debe estar siempre lo más limpio posible. Debe haber una limpieza generalizada, de manera que con unos repasos a lo largo del día sea suficiente.
La decoración tanto en las mesas, las sillas, la barra o los diferentes elementos decorativos debe estar muy cuidada, pues será la primera imagen que se transmita nada más entrar al local. En este sentido, si cuentas con un vestíbulo, es ahí donde deberás aunar esfuerzos para ofrecer una estética impecable.
Que tus clientes se sientan como en casa
Y nada como ofrecer pequeños gestos que transmitan a los clientes que pueden estar como en casa, como tener varios periódicos, hojas y pinturas para los más pequeños e incluso un ordenador portátil disponible para que puedan utilizar en caso de emergencia.
En este objetivo de transmitir esa sensación de calidez a los clientes también es importante que los asientos sean cómodos. Olvídate de esas sillas incómodos, siéntate y piensa que si algo no es cómodo para ti tampoco lo será para tus clientes.
El poder de los olores
Si bien es verdad que una imagen dice más que mil palabras, un olor también puede llegar a ser el centro de una conversación. Por ello, es importante que cuides los olores que se transmiten nada más entrar en tu establecimiento. Aunque lo obvio puede ser pensar que al entrar a un bar o a un restaurante el olor que tiene que prevalecer es a comida, no tiene por qué ser así.
Los olores no tienen por qué salir de la cocina nada más que cuando se sirvan los platos, de manera que fragancias como el olor a café recién hecho o a flores secas pueden ser los que invadan en un primer momento a los clientes nada más entrar en tu negocio.
Nada como algo para abrir el apetito
Con el objetivo de completar esa primera impresión, nada como servir un aperitivo o una tapa nada más servir la bebida. Será la manera perfecta de que tus clientes tenga una primera impresión perfecta incluso antes de haber pedido su comida.
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