Fast Good es el nuevo concepto de comida rápida, saludable y sostenible

Esta nueva filosofía gastronómica, aporta bienestar al tiempo que se integra en el ritmo de vida tan veloz que caracteriza nuestro día a día

Fast Good o Fast Good Food es un nuevo concepto gastronómico, cada vez más popular por todo el planeta, que consiste en brindar comida rápida sana, de buena calidad y a un precio razonable.

Su denominación juega con un conocido emblema del marketing culinario de masas, Fast Food, con la que se denomina mundialmente a la comida rápida.

Con un matiz importante, mientras hay serias dudas sobre la calidad para nuestra salud de la comida rápida, el Fast Good quiere distinguirse por ofrecer comida rápida, saludable y equilibrada.

En este artículo profundizamos en las claves que hacen que está clase de comida sea demandada de manera creciente en los restaurantes por los comensales.

Principales rasgos que definen a la Fast Good

La comida rápida y saludable suele ser baja en grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio. En el repertorio de esta clase de comida figuran opciones tan saludables como ensaladas, wraps de proteínas magras, sándwiches de grano entero, frutas frescas, vegetales y proteínas como pollo a la parrilla o pescado.

Se caracteriza por incluir ingredientes frescos y nutritivos, como verduras, frutas, granos enteros y proteínas magras. Además, se prepara de manera que minimiza el uso de aceites y grasas saturadas, de manera que se evita el exceso de azúcares y sodio.

Uno de los rasgos más interesantes de esta clase de comidas es que cuida el medio ambiente de manera integral, de manera que los envases y utensilios empleados son biodegradables o reciclables para aminorar el impacto ambiental.

Las opciones de comida rápida saludable también suelen provenir de fuentes locales y orgánicas, promoviendo así la sostenibilidad y apoyando a los agricultores locales.

Se trata de un círculo virtuoso en el que cada vez más restaurantes producen sus propias materias primas mediante huertos ecológicos, o por medio de acuerdos con agricultores de la zona.

Esos huertos conjugan cuidado medioambiental, calidad y producto de proximidad, evitando así incidir en la huella medioambiental derivada del transporte de mercancías.

En esa dirección, se recomienda buscar lugares (restaurantes, cafeterías, comercios) que cultiven esta clase de propuestas mediante servicios que incluyan  ingredientes frescos y opciones personalizables para hacer elecciones más saludables.

El secreto del éxito de la comida rápida saludable y sostenible

La clave del Fast Good es elaborar comida rápida, pero completa, consiguiendo así el equilibrio nutricional, incluyendo no solo frutas y verduras, sino también proteínas, grasas saludables y cereales integrales.

Este concepto culinario de Fast Good lo ideó en su momento el reputado chef Ferran Adrià, considerado el mayor revolucionario de la cocina en el tiempo reciente, gracias, entre otros aportes, a su trabajo en el restaurante El Bulli.

Creó este concepto con la idea de “dignificar, por decirlo así, la cocina rápida” y de adaptar la cocina a las nuevas costumbres sociales relativas a la alimentación diaria, donde las comidas se realizan con poco margen:

• Deben ser relativamente sencillas de elaborar
• Se tienen que disfrutar con celeridad y deleite
• A la vez aportan efectos positivos para nuestra salud y el cuidado medioambiental.

“¿Se puede ofrecer una comida rápida, a un precio razonable, y que sea sana y de buena calidad?”, fue la pregunta que se formuló Adrià, respondiendo con esta propuesta Fast Good, un modelo culinario que dignifica la comida rápida.

“En un momento en el que resulta ingenuo y engañoso negar la evidencia, es decir, que las costumbres sociales relativas a la alimentación diaria han cambiado, desde la alta cocina podemos encerrarnos en nuestra torre de marfil, o bien intentar aportar e implantar nuestra experiencia y nuestros conocimientos y ofrecerlos a la sociedad en forma de calidad a buen precio” 

8 ejemplos de comida rápida sana y sostenible

A continuación, compilamos un conjunto de elaboraciones altamente recomendables en el ámbito de la fast food:

1. Hamburguesas de lentejas o garbanzos: está clase de hamburguesas constituyen una alternativa vegetariana a las hamburguesas tradicionales. Aparte de ofrecer un sabor más que interesante, contribuyen con sus ingredientes al cuidado de la salud, al tiempo que comportan un menor impacto ambiental.
2. Tacos de tofu o tempeh: está deliciosa preparación contiene proteínas vegetales en lugar de carne, contribuyendo así a la sostenibilidad.
3. Ensaladas frescas con ingredientes locales: que se confeccionan empleando productos de temporada y de cercanía. Las ensaladas frescas con ingredientes locales son platos de vegetales y otros ingredientes saludables que se cultivan o se obtienen cerca de la ubicación donde se prepara la comida, para evirtar largos procesos de transporte.
4. Patatas fritas de batata: hablamos de una opción más saludable y sostenible que las patatas fritas convencionales. Esta elaboración se refiere a las rodajas finas de batata que se fríen hasta que están crujientes y doradas. Son una variante de las tradicionales patatas fritas, pero se hacen con batatas en lugar de patatas regulares.
5. Wraps de verduras: se confeccionan con tortillas integrales y una amplia variedad de vegetales. Las tortillas con las que se elabora son generalmente de harina de trigo o maíz, que funcionan como base para envolver una variedad de vegetales, junto con otros ingredientes como queso, salsas, proteínas (como pollo o tofu) y condimentos.
6. Pizzas con ingredientes orgánicos y locales: Las pizzas con ingredientes orgánicos y locales tienden a tener cualidades como un sabor más fresco y auténtico. Además, representan una  contribución al apoyo de la agricultura local, al tiempo que reducen la huella de carbono al minimizar el transporte de alimentos y promoción de prácticas sostenibles en la producción de alimentos.
7. Sándwiches de aguacate: se trata de una fuente de grasas saludables como el ácido oleico, que puede contribuir a una mejor salud cardiovascular. También es rico en nutrientes como fibra, potasio, vitamina K, vitamina E y ácido fólico. Estos nutrientes pueden promover la saciedad, ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre y favorecer la función cerebral.
8. Smoothies de frutas y vegetales frescos: hablamos de un tipo de bebida que se confecciona con ingredientes naturales y nutritivos, con vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, en una sola ingesta. aportando efectos positivos en la digestión, el sistema inmunológico y la salud en general.

Fast Good como sinónimo de envases amigables con el medioambiente

En este punto resulta pertinente recordar que la sostenibilidad también implica considerar el envoltorio y los materiales utilizados en el embalaje de estos alimentos.

Se trata de una realidad que comparten todos estos restaurantes fast-casual: elaboraciones sustentadas en productos más saludables, con especial predilección por los frescos.

En esencia, la premisa primordial es brindar comida de calidad, de forma rápida, “hermosa” (se cuida mucho el emplatado y la estética del plato) y barata (a precios más asequibles que en un restaurante al uso).

En ese sentido, su objetivo se centra también en lanzar un mensaje ecológico. Porque usar productos frescos resulta más sostenible que optar por los de producción industrial, tan presentes en los restaurantes de comida rápida “tradicionales”.

En la industria de la comida rápida y saludable (fast good), se ha desarrollado así mismo un incremento en los esfuerzos para optimizar la sostenibilidad de los envases empleados para servir la comida.

Este cambio sostenible comporta la utilización de materiales biodegradables, reciclables y compostables en lugar de plásticos de un solo uso.

En esa sintonía de cuidado medioambiental, algunas cadenas de comida rápida y restaurantes de comida saludable han implementado prácticas de reducción de residuos y reciclaje para así aminorar lo máximo posible el impacto ambiental de los envases.

Claves por las que es importante que esta comida sea sostenible

Desde los años ochenta, diversos estudios alentados por organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), han desarrollado una nueva corriente que combina conceptos como nutrición y sostenibilidad, creando así la idea de una dieta sostenible.

Según la propia FAO, una dieta sostenible es aquella que genera un impacto ambiental reducido, protege la biodiversidad y los ecosistemas, promueve un estilo de vida saludable y es nutricionalmente adecuada.

Fast Good o Fast Good Food hace referencia a alimentos que son rápidos de preparar y servir, pero que también se centran en ser nutritivos y de alta calidad en comparación con la comida rápida tradicional.

Este tipo de comida armoniza la velocidad y comodidad de la comida rápida con ingredientes más frescos y opciones más saludables, ofreciendo así una alternativa más equilibrada para las personas que demandan opciones de comida rápida pero que, al mismo tiempo, quieren cultivar su buena salud con esa apuesta, lejos de comprometerla.

En los últimos tiempos se ha trabajado también activamente para que la materia prima que compone esta comida y la forma de procesarla sean muy respetuosas con el cuidado del medioambiente.

Fast Good, en suma, es una filosofía culinaria que representa una vuelta a los orígenes, donde se emplean ingredientes más naturales, sin aditivos y preparados de manera artesanal.