Factores que permiten personalizar un menú conforme a los intereses y necesidades de los comensales de un restaurante
La oportunidad de personalizar un plato ofrece al cliente de un establecimiento de hostelería, un pasaporte hacia la satisfacción
Los restaurantes están personalizando sus menús de manera creciente, y lo están haciendo por un doble motivo:
- Por un lado, para incrementar el grado de satisfacción de los comensales, adecuando las preparaciones a sus preferencias y necesidades, con un grado de detalle que fortalece su vínculo con el negocio de restauración, así como su fidelización con el mismo.
- Por otro lado, porque mejora su imagen de marca y favorece una mayor competitividad, ofreciendo así un valor añadido que no todos los restaurantes están en condiciones de ofrecer.
En un mercado saturado de propuestas, triunfan aquellos restaurantes que son capaces de sintonizar con más detalle con sus clientes.
En un entorno tan competitivo, el menú personalizado representa la opción ideal para aquellos establecimientos que ofrecen un mismo plato con diversidad de ingredientes, como: ensaladas, hamburguesas o pastas, entre otros elementos.
Para concretar esta acción de elección personalizada hay que emplear la tecnología, que funciona como el puente posibilitador que permite que una persona se sienta como un cliente habitual, incluso cuando es un comensal nuevo.
Origen etimológico de la palabra menú en un restaurante
La palabra menú data de 1718. Se empleó por primera vez en París, con el surgimiento de los primeros restaurantes, y el francés lo tomó del latín “minutus” (pequeño).
Esto se debe a que con este vocablo se hacía referencia a una lista reducida de platos a escoger por parte de los comensales.
Cualidades que deben tener los profesionales que confeccionan un menú
Con el esquema de los menús personalizados, se amplía la capacidad de decisión de los comensales. No obstante, en ese modelo te propuesta gastronómica juega un papel fundamental el chef o director de contenidos que establece las pautas sobre las que se van a desarrollar los menús que se ofrecen.
En ese sentido resulta pertinente elaborar un perfil de cuáles son las cualidades que debe atesorar la persona que se encarga de confeccionar las líneas maestras de los menús sobre los que luego los comensales van a elegir su propuesta personalizada.
Ese cocinero o maestro de contenidos debe tener conocimientos sobre nutrición y preferencias alimentarias. Así mismo, debe conocer al dedillo cuáles son los alimentos disponibles en la región en la que opera el restaurante para el que trabaja.
Su labor debe estar orientada a la satisfacción de los gustos de los clientes, aparcando en la medida de lo posible su sensibilidad.
También resulta muy pertinente que tenga un desarrollado sentido del gusto y habilidad artística, así como conocimientos detallados de cuáles son los costes de los alimentos.
También debe contar con la destreza de manejar los equipos y el personal, al tiempo que despliega su gusto por el trabajo con los alimentos y prepara los mismos.
Es muy importante también que tenga una mente abierta a cambios e innovaciones y que cuente con capacidad asertiva para comunicarse.
La importancia de fijar un canal de diálogo confiable a través de una persona responsable de nuestro equipo
En las palabras de Jairo Palacios, gerente de dos restaurantes de referencia en Colombia, Seratta y Viva la Vida, observamos una interesante reflexión:
“Existe una necesidad apremiante de entrenar al personal de servicio para que establezca un diálogo permanente con el comensal para que pueda indagar por sus preferencias de alimentación. Esta comunicación previa es fundamental para poder brindarle orientación al cliente y ofrecerle distintas alternativas, lo que, al final, se verá reflejado en la satisfacción de un comensal que se siente muy bien tratado, único, en ese restaurante, donde recibe una asesoramiento que en el que percibe que se preocupan por sus necesidades individuales y que se le brindan distintas alternativas. Esto, sumado a la calidad de la comida, hará que el cliente regrese no una, sino muchas veces. Lo que puede mejorar la rentabilidad entre un 10% y 15%”
Elementos a considerar para elaborar un menú del día apetecible y competitivo
Dentro de la filosofía de elección de menús personalizados, modelar el menú del día es uno de los retos primordiales para los restaurantes.
No todos los establecimientos de restauración cuentan con menú del día, pero suele resultar una opción muy atrayente para la mayoría de los comensales.
El reto es hacerlo interesante y beneficioso también para el hostelero, de ahí que sea tan importante afinar en el perfil de la persona que confeccione el menú, como apuntábamos en los primeros compases de este reportaje.
Para confeccionar un menú del día, un punto de partida interesante es la estación en la que nos encontramos. No importa si es verano, primavera, otoño o invierno, todas las estaciones ofrecen oportunidades de valor.
De ahí que sea tan importante aprovechar los productos de temporada para que te resulte más rentable y los productos sean más frescos.
El uso de los colores para guiar a los comensales en sus elecciones
Ya sea que hablemos de elección de preparaciones o de ingredientes, el uso de los colores resulta un elemento de guía tan instructivo como sencillo de seguir para facilitar las elecciones de los comensales.
Los expertos en la gama cromática vinculada a la gastronomía señalan que:
- El color verde significa frescura.
- El naranja incentiva el apetito del comensal
- El amarillo funciona como sinónimo de felicidad, y podemos enplearlo para captar la atención de los lectores del menú.
- Si apostamos por el rojo, será una buena elección para animar a los comensales a decidirse.
Los versados en la materia recomiendan utilizar este color para incitar a los comensales a que consuman los platos que comportan, por su coste de elaboración, mayores márgenes de beneficio para el restaurante.