Este verano súmate la revolución contemporánea del helado
Verano y helado son palabras dependientes.
No se entiende la existencia de una sin la otra y, por eso, los productos elaborados con helado viven un auténtico boom durante los meses cálidos.
Además, en la actualidad, debido a los exigentes paladares de los clientes, el helado se ha reinventado. ¿Te apuntas a esta revolución?
Chocolate, vainilla, fresa o limón son sabores de helado que pueden vincularse con las vidas de millones de personas en todo el mundo. Más en concreto, con veranos de ensueño ligados directamente con la infancia.
Paseos en bici, días de playa, jugar al pilla pilla en la plaza del pueblo… todos ellos son recuerdos acompañados, precedidos o seguidos de disfrutar de un buen helado.
Conforme los años pasan, los sabores se han ampliado y, hoy en día, podemos encontrar helados de sandía, pitufo, higo… A nivel emocional tienen el poder de integrar la atractiva nostalgia del pasado con la satisfacción de saberse parte de un mundo en constante evolución y reinvención. ¿Quieres esto para tu local? Quédate, que te contamos todos los detalles.
Breve repaso a la historia del helado
- En torno al siglo 41 a.C., apareció en China, el primer helado. Podríamos llamarlo proto-helado, ya que, más bien, consistía en barras de hielo con azúcar y leche.
- Más o menos en la misma época, en Bagdad, inventaron los sorbetes. En este caso, fusionando nieve con zumos de frutas.
- En el siglo XVI, Bernardo Buontalenti preparó el primer helado de la historia, tal y como lo conocemos en la actualidad, mediante una máquina de su invención.
- Durante el siglo XX, España vive una gran era de expansión en lo que a creación heladera se refiere. Por ejemplo, llegaron las tarrinas, los almendrados, sabores como el de Coca Cola o de frutas exóticas.
¿En qué consiste la actual revolución del helado?
Nuevos sabores, nuevas técnicas y nuevas presentaciones son los 3 ejes principales que ayudan a comprender el universo de evolución constante en el que está inmerso el helado.
En este sentido, si en las últimas décadas del siglo XX, sabores como Málaga (vino con pasas), tiramisú, turrón o mango y extravagantes presentaciones (forma de pie, por ejemplo) hicieron las delicias de los amantes de los helados, ya en este, en el marco de las cocinas de vanguardia y de un cliente cada vez más exigente y entendido, hacen lo propio las siguientes tendencias:
Helados de un fuerte componente salado. Sí, como lo lees, los sabores salados también pueden disfrutarse helados. Este es el caso del queso de cabra (con o sin arándanos/frutos rojos), el jamón ibérico, caviar, queso azul, boquerones en vinagre, cerveza, ¡fabada! o aliños en estado helado.
- Sabores dulces de ensueño-sorpresa. Dentro de este grupo, destaca el helado de frambuesa al vinagre balsámico, el de mazapán, de vino blanco, de mosto, jazmín & flores, churros o manzana con sidra.
- Presentaciones impactantes. Además de los siempre demandados cucuruchos y tarrinas, para conquistar a los clientes, se han popularizado diferentes emplatados heladeros. Por ejemplo, algunos de los más destacados son aquellos que “encierran” el helado entre galletas, los que emulan las formas de objetos o animales o camuflados entre frutas.
Por último y no menos importante, para lograr encandilar a los clientes con tus creaciones heladeras, lo que siempre necesitarás serán materias prima de la mejor calidad, aquellas que puedes encontrar en nuestra tienda online de EHOSA.
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