¿Empanadillas, sólo en España…?
El post de hoy lo vamos a dedicar a un plato mundialmente conocido es sus diferentes versiones, las empanadillas, como puramente argentino, “empanadillas criollas”, quizás entrante, aunque con un acompañamiento bien puede convertirse en un primer plato y hasta vistiéndolo bien … plato único.
Y os podéis preguntar, ¿qué diferencia hay con nuestras empanadillas? La receta de las empanadillas españolas se basa en harina de trigo, aceite y sal y admite todo tipo de rellenos tanto salados como dulces. Cabe decir que el más habitual es el sofrito de cebolla, ajo, pimiento y atún.
Actualmente las podemos encontrar fácilmente ya elaboradas, y si nos decidimos a hacerlas en casa siempre podemos acudir a la socorrida masa refrigerada ya preparada.
Muchos son los países que en su haber culinario cuentan con pasteles de carne, en cierta manera una variante de nuestras deliciosas empanadas y empanadillas. Los americanos, británicos, australianos los tienen entre sus platos típicos. Aunque sin salir de nuestras fronteras también lo tenemos a nuestro alcance mucho más cerca, en nuestra región de Murcia.
La palabra empanada es de origen español y claramente proviene de pan. No estaríamos muy desencaminados si dijéramos que las primeras empanadas fueron simplemente panes, vaciados y rellenos de algún guiso. La siguiente etapa en su evolución muy probablemente haya sido el elaborar panes corrientes pero ya con su relleno dentro, cociéndolos juntos en el horno y concediéndose de esta manera masa propia a la empanada y a las empanadillas.
Los españoles las llevaron a América donde, luego, fueron surgiendo otras formas de prepararla. Si bien se comen en todo el continente, en Argentina se convirtieron en un símbolo totalmente regional. Podemos decir que no existe un único tipo de masa, todo lo contrario, suelen usar o preparar diferentes tipos de masas, normalmente descartando el hojaldre.
En Madrid son muchos los restaurantes que las empanadillas criollas en sus cartas, como entrantes, su sabor desde mi punto de visto es más regio que el de las empanadillas autóctonas y su masa nada tiene que ver con nuestro clásico hojaldre o masa de pan.
Es un plato que puede resultar sugerente y atractivo a vuestros clientes, presentándolas, ya sean las puramente criollas o las nuestras de siempre, con una ensalada de acompañamiento o unas verduras a la plancha, que es una alternativa que desde mi punto de vista puede funcionar de maravilla. Tendríais cubierto un día, ¿por qué dejar este apetitoso plato para los restaurantes puramente argentinos?
En Ehosa trabajamos un Producto para Hostelería, que lo denominamos empanadilla criolla de carne, decir, que inicialmente lo comercializamos a petición de un restaurante y poco a poco se ha convertido en un producto muy demandado y exitoso, hablamos eso sí de congelado, lo que os permite una rápida reacción en caso de imprevistos como mucha demanda en la comanda.
Ojo, no quiero por ello desmerecer nuestras empanadillas, o sus hermanas menores, las mini, también las trabajamos de bonito y de atún, y os puedo garantizar el éxito si cuando os piden una caña o un vino les servís un platito con tres o cuatro mini empanadillas, la bebida acompañada con algo sólido… entra mejor.
Y…¿ qué tal si os animáis a hacerlas en vuestras cocinas? Echad un vistazo a esta receta es algo diferente a la empanadilla de siempre, puede serviros de inspiración…
Disfrutad de vuestro día y si necesitáis ideas o información adicional de nuestros productos, ya sabéis que en Ehosa nos podéis encontrar a cualquier hora del día. Nuestra razón de ser sois vosotros.
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