El Tomate ¿Fruta, Hortaliza o Verdura?
Con los primeros calores y el cambio de estación nos llega el siempre polivalente Tomate.
Este comodín de la cocina contemporánea, nos sigue dejando dudas aún en el siglo XXI, y seguimos intentando ubicarlo, no es sus lugares de producción, sino a su pertenencia dentro de las clase de vegetales.
El tomate es una Solanácea, y de las pocas que son comestibles, pero como forma parte de una planta que contiene las semillas, nos conduce directamente a la conclusión botánica de que el tomate es una fruta.
La duda nos vienen siempre por la tipología de uso que se da al mismo en cocina, formando parte de materia prima de salsas, como ingrediente de la ensaladas o como guarnición de las comidas y no como postre.
Su origen americano y su posterior inclusión en Europa en el siglo XVI, siempre generó dudas sobre su auténtica definición dentro de las familias de los vegetales, primero por su relación con algunas plantas venenosas, y sobre todo por el uso que comenzó a realizarse dentro de la actividad culinaria contemporánea a partir del siglo XVIII.
El origen y las variedades de Tomate
Oriundo de la zona Oeste del continente sudamericano, Ecuador, Perú y norte de Chile, fue colonizando todo el continente con la aparición de los europeos en el siglo XVI y su importación al viejo continente se produjo desde centroamérica, mas concretamente desde méjico por parte de los españoles en el siglo XVI. A partir de entonces y poco a poco fue colonizando las cocinas de todo el mundo principalmente a lo largo del siglo XX.
Existen decenas de variedades repartidas por los cinco continentes, y su clasificación se realiza por la tipología de uso o su tamaño, diferenciando claramente cuales son utilizados en frio para aperitivo o ensalada o bien cuales son usados para cocinar.
Dentro de los Tomates de Ensalada destacamos las variedades:
- Dan-Ronc, el clásico de las ensaladas muy fresco y carnosos.
- Raf o Pata Negra, verde estriado y muy dulce, carnoso de los más sabrosos.
- Monserrat, de tamaño grande y con forma de lóbulo, más vacío pero con sabor intenso.
- Cherry, con forma de cereza, pequeño y redondo, con un sabor muy característico entre el amargor y el ácido.
Dentro de las variedades para cocinar destacamos:
- Daniela, de forma esférica y con mucho jugo, aporta gran cantidad de caldo para los guisos.
- Pera, muy carnoso y con mucho aroma, es perfecto para las conservas, y purés.
- Roma, el ideal para freír y también para rallar, muy carnoso y consistente.
Elegir los mejores tomates y conservarlos de manera eficaz
El Sol como buen honor a su clasificación botánica de solanácea, es su mejor aliado para madurar, pero tenemos tomates en la península muchos meses al año, no en vano gozamos de un clima privilegiado en la mitad sur del país para producirlo a la intemperie o bien en invernaderos.
Los meses de Verano siempre han sido los indicados para el consumos del fruto rojo, pero en primavera podemos comenzar a ver en las fruterías las primeras unidades de diferentes variedades, que aportan un nuevo color y sabor a lo platos de temporada.
- Cuando presentan un color vivo de rojo intenso, están en su punto idóneo de madurez, pero su textura y su dureza, irán disminuyendo progresivamente presentando rápidamente magulladuras debido a su pérdida de firmeza.
- Si lo que se busca es calidad y permanencia en el tiempo deben escogerse de color rosado cercano al rojo, lo que garantizará la firmeza más tiempo y su consumo lo iremos dosificando a medida que maduren en nuestra casa o establecimiento.
- En el último caso, si los tenemos aún verdes, un consejo muy eficaz, es el de colocarlos dentro de una bolsa de papel o plástico cerrada y en pocos días madurarán, incluso en el frigorífico…
La nevera no es su mejor aliado si ya están maduros, como ya comentábamos en un anterior post sobre como conservar ciertos alimentos que generalmente creíamos que al refrigerarlos aguantaba más y mejor. Se han de conservar en un lugar fresco pero les convienen la luz del sol y así mantendrán mucho mejor sus propiedades y aroma.
No dejemos de lado el rico y vitamínico tomate dentro de nuestra dieta habitual, y conseguiremos un interesante aporte de fibra y minerales como el potasio y el fósforo. Además es un gran antioxidante rico en carotenos convirtiéndolo en un protector natural de nuestro organismo.