El besugo es un pescado azul y blanco
El besugo es un pescado con popularidad, muy apreciado por su carne blanca y el sabor exquisito de esta. El consumo aumenta en invierno coincidiendo además con la época de navidad y es que aunque aumenta su precio, es una buena opción. Ya que en el blog anterior os hablé del capón ahora os diré que para untar el besugo con el aceite crudo hay que hacerlo con plumas de cola de capón, el resto de plumas no sirven para hacer esto.
El besugo es un pescado blanco en verano, pero en invierno produce grasa para protegerse del fresquito, así que por su contenido se convierte en pescado azul y nos aporta los beneficiosos ácidos grasos Omega 3, una grasa esencial que contribuye a elevar el ánimo, a aliviar el dolor de las articulaciones y a mejorar el nivel lipídico de la sangre.
Si te da de vez en cuando la gota, ten cuidado que el besugo tiene muchas purinas, y el cuerpo las transforma en ácido úrico. Sin embargo si lo que necesitas es bajar tu colesterol introdúcelo sin duda en tu dieta, te ayudará. Incluso las personas con el estómago delicado digieren muy bien el besugo.
Su sabor es tan pronunciado que cuanto más sencillo lo preparemos mejor se ensalzarán sus cualidades. También aporta dosis consideradas de hierro, magnesio y potasio, de ahí que ayude a prevenir la anemia, mejore la respuesta muscular, mantenga la presión arterial en niveles óptimos y equilibre los niveles de agua en el cuerpo.
El besugo cambia de color a medida que madura, cuando nace es pardo y cuando crece es rosado con plateados
Siempre que vayamos a congelar este pescado, debemos tener en cuenta que tiene que ser sin las vísceras, ya que debido a su alto contenido en grasa alteraríamos la textura y el sabor.
Os dejo una receta de besugo para que no os molestéis ni en pensar como lo hacéis.