De qué manera los huertos urbanos potencian el negocio de la restauración
Glosamos los principales beneficios que aporta el huerto urbano en el desarrollo de un restaurante, entre los que se encuentra la generación productos de cercanía y calidad, al tiempo que incentiva la creatividad de los chefs
Tener un huerto en un restaurante posibilita garantizar la frescura de los ingredientes, al tiempo que nos aseguramos de que no se emplean productos químicos en su cultivo.
El resultado es una comida más sabrosa, nutritiva, saludable y natural. Además, de manera promedio, la presencia de un huerto en nuestro negocio de restauración propicia una mayor afluencia de clientes en el establecimiento.
En este artículo repasamos el muestrario de argumentos que hacen tan atractiva e interesante la inclusión de un huerto en un restaurante.
¿Por qué cada vez es más popular eso de contar con un huerto en un restaurante?
Hay deleites que van más allá del precio y que representan una inyección de valor de primer orden a nuestro negocio. En esa categoría figura el hecho de sentarnos a la mesa del restaurante y degustar las verduras y hortalizas más frescas del mercado.
Con esta modalidad de autogestión, disfrutamos de esos productos sin intermediarios y sin procesos que puedan devaluar su calidad… Es decir, hablamos de productos que llegan“de la huerta a la mesa”.
Una apuesta cada vez más popular por parte de varios cocineros españoles, que han optado por la mejor solución para lograrlo: tener un restaurante con huerto propio del que abastecerse.
Claves de la creciente popularidad de los huertos urbanos
Cuando hablamos de los huertos vinculados a un restaurante, tenemos que referirnos a los cada vez más populares huertos urbanos o ecológicos, cuyo desarrollo también está creciendo de manera exponencial en nuestro país, y que están muy vinculados a la eclosión de los huertos en los restaurantes.
Un poco de contexto nos ayuda a arrojar luz sobre por qué está siendo tan popular la tendencia, como nos señala, Gregorio Ballesteros, miembro de Ecologistas en Acción y de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica.
“La agricultura urbana cumple múltiples funciones sociales relacionadas con la cohesión social, la participación, el acceso de sectores de población en riesgo de exclusión”
En restauración, esta tendencia, muy arraigada en países como Francia o Italia, se está extendiendo en España con gran celeridad. Los beneficios que un huerto urbano reporta a un restaurante son innumerables.
En esa panoplia de beneficios brillan con esencia propia el placer de servir productos “tierra-plato”; frescos y ecológicos.
Características y ventajas de los huertos urbanos
De manera promedio, la superficie de un huerto urbano oscila entre los 50-75 metros cuadrados. Una extensión que se reduce significativamente en las zonas más congestionadas, llegando a desarrollarse en los 25 metros cuadrados.
No obstante, la importancia de estos espacios va más allá de la cantidad de cosecha que cada uno lleva a su hogar. El gran valor añadido del proceso de cultivo es que genera más conciencia sobre lo que ponemos sobre la mesa.
Mejoran nuestra percepción sobre la labor que realizan los agricultores. Además, cultivar los propios alimentos permite entender y apreciar el valor nutritivo de los productos hortícolas frescos, cultivados de manera ecológica, y en perfecto estado de maduración.
Los huertos urbanos ayudan a crear redes y mejorar sensiblemente las relaciones sociales, ya que se trata de espacios donde la convivencia y el apoyo mutuo priman sobre la rentabilidad y la competitividad.
Ventajas que aportan los huertos urbanos
Se trata de una iniciativa más económica, ya que es más barato que ir al mercado, al tiempo que generan una gran transformación social en comunidades de renta baja.
- Reducen las Islas de calor, gracias a que la tierra y el agua del huerto absorben con mayor calidad el calor, aminorando así las fluctuaciones de temperatura.
- Además, optimizan la calidad del aire (de noche, las hojas hacen la fotosíntesis, liberando oxígeno) y absorben el ruido (a diferencia del cemento, las plantas consiguen absorber los sonidos sin reverberar).
- También minimizan el riesgo de inundaciones, gracias a la permeabilidad de su suelo, y aminoran la contaminación en todo proceso.
- Así mismo, estos huertos funcionan como destino de residuos orgánicos, lo que se traduce en el valioso proceso de compostaje.
Por si todo esto fuera poco, estos huertos mejoran la calidad alimentaria (los alimentos orgánicos son más nutritivos), y fomentan la durabilidad (las plantas vivas logran una disponibilidad mucho mayor sin deteriorarse), al tiempo que se promueve una mayor biodiversidad; además, se mejora la convivencia con los vecinos y se incrementa la integración con la naturaleza del lugar en el que está el huerto.
Origen de los huertos vinculados a los restaurantes
En el ámbito de la restauración, la idea de crear un huerto vinculado a un restaurante surgió en Estados Unidos en los años 90 y desde entonces se ha ido expandiendo al resto del planeta, sobre todo a Europa.
Hasta el punto que desde hace unos años ya es posible disfrutar de esta tendencia gastronómica en ciudades como París, Berlín, Nueva York, Madrid o Barcelona.
Un restaurante que tiene su propio huerto tiene también toda una filosofía que lo acompaña. A menudo este estilo de vida responde a la idea del retorno a los orígenes, a la tierra y a las materias primas de gran calidad.
Los restaurantes que se han decantado por esta opción han adoptado la filosofía de la cocina natural y saludable, con ingredientes frescos y de máxima calidad.
Estos huertos ecológicos favorecen la consciencia ambiental y promueven los productos de temporada. Más que a una moda, esta práctica responde a un estilo de vida que, en esencia, mejora el bienestar de los productores y consumidores que orbitan en torno a los restaurantes.
Beneficios de tener un huerto ligado a un restaurante
Para empezar, se puede controlar la calidad de los cultivos y asegurarse de que no contengan productos químicos o conservantes y garantizar así un sabor con alta calidad en sus matices. También pueden diseñarse cultivos a la medida, planificando y adaptándolos a las necesidades de las elaboraciones que se confeccionarán.
Además, los productos son cosechados en su punto exacto y servidos con la mayor frescura posible, sin intermediarios y sin procesos que influyan en su calidad. Tener un huerto en tu restaurante favorece ingredientes de máxima calidad, y a la vez una comida sana y saludable .
Disponer de un huerto propio permite a los restaurantes promover la sostenibilidad y la estacionalidad de los productos. Se trata de una filosofía que prima el denominado “kilómetro 0”, que alcanza aquí su máxima expresión.
El repertorio de elaboraciones de estos restaurantes se modifica en función del producto local y, por tanto, de lo que se cultiva en cada época del año. Y, sobre todo, asegura la calidad de un producto que ha cultivado el propio equipo del restaurante y que se ha recolectado en el momento justo de maduración.
En resumen, los huertos vinculados a los restaurantes promueven la creatividad y generan ahorro en la cesta de la compra. Además, permite brindar productos ecológicos y frescos, al tiempo que se cultivan aquellos alimentos difíciles de conseguir, incluidas las plantas aromáticas y flores comestibles.
También posibilita conocer con gran detalle el producto que estás ofreciendo a tus comensales.
La verdad es que es una buena idea la de aprovechar la terraza del edifico, si es que es posible para implantar un huerto urbano. Igual que muchos restaurantes están apostando por esto, no estaría de más que en edificios de viviendas se potenciara también.
Muchas Gracias Carmen or tu comentario, estamos totalmente de acuerdo con tu apreciación…