¿Cómo organizar una mesa formal?

Es muy importante cuidar hasta el mínimo detalle, como la colocación de cubiertos y vasos o la elección del mantel, entre otras cosas.

Para la sala de un restaurante o bien cuando tenemos invitados en casa, ya sea una cena o una comida formal, es muy importante organizar nuestra mesa correctamente para que todos se sientan cómodos y demostrar que nuestras dotes como anfitriones son las mejores que puedan imaginar.

Los grandes expertos de protocolo conocen todo el perfeccionismo que hay que tener en cuenta para que todo salga bien. Aunque seguramente no vayas a organizar una cena de Estado, hay que preparar nuestra mesa como si así  fuera.

Si quieres dejar a tus invitados con la boca abierta, sigue estas pautas que te damos y conviértete en el mejor anfitrión que se puede tener.

Pautas básicas para organizar una mesa formal

• El mantel debe estar limpio y planchado y, preferiblemente, es más adecuado que sea de un color claro como el blanco, crudo, marfil, etc. Es importante colocar un protector por debajo para amortiguar cualquier posible golpe.
• Los cubiertos es otro aspecto muy importante. Antes que nada, recuerda que se colocan en el orden inverso a la secuencia de uso. Otro recordatorio (por si se te olvidaba), el tenedor va a la izquierda del plato, y la cuchara y el cuchillo a la derecha.
• La vajilla puede ser moderna y vanguardista, pero, eso sí, siempre que tengas las piezas suficientes para todos, ya que uno de los peores errores es combinar distintos tipos de vajilla, ¡así que cerciórate! Y recuerda, plato llano y encima hondo (si quieres darle un extra, añade otro plato llano como base que se retira al empezar la comida).

• La cristalería también debe ser del mismo modelo. Debería haber dos copas: agua, a la izquierda, y vino, a la derecha. Si la comida es muy formal, se puede colocar alguna copa más, como una de champán o de cava.
• La comida siempre se sirve por la izquierda, aunque si el plato viene emplatado, se puede servir por la derecha. ¡A tu elección!
• El orden de los platos suele ser de más ligero a más pesado. Es básico empezar con un aperitivo y acabar con carnes y/o pescados. (¡Ojo, en las cenas intenta no sobrepasarte demasiado!).
• Las bebidas se sirven sin levantar la copa de la mesa y sin apoyar la botella en la copa.
• Si vamos a poner un pan, hay que poner un platillo con su correspondiente cubierto en el lado izquierdo de las copas. ¿Para qué? Básicamente por si lo sirves con mantequilla. No es lo habitual, pero quedarán sorprendidos con este detalle.
• Es un punto muy a nuestro favor contar con música suave de fondo que amenice la velada. ¡Esto siempre se agradece!

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