Cócteles recomendables sin alcohol y sus beneficios para la salud
Los Mocktails o cócteles sin sustancias etílicas más populares que puedes preparar en momentos de ocio o cualquier otra ocasión
Un mocktail (que podemos traducir como un cocktail sin alcohol) es una bebida crecientemente popular.
Al público habitual de estos cócteles amigables (personas intolerantes al alcohol, niños, adolescentes, conductores, mujeres embarazadas, personas abstemias…), se suman cada vez más personas que apuestan por su disfrute como fórmula para potenciar un estilo de vida saludable.
El caso es que estos cócteles sin graduación etílica contienen nutrientes como las vitaminas y sales minerales. Además, son muy hidratantes. Si empleamos ingredientes como el limón o la menta, le agregaremos a esas, por lo general, deliciosas bebidas algunas importantes propiedades digestivas.
En este artículo, señalamos los principales beneficios para la salud que aportan estas bebidas y señalamos una selección de algunos de los mocktails más prestigiosos y consumidos.
Ventajas de consumir cocktails sin alcohol
Además de los beneficios ya comentados, esta clase de bebidas nos suministran energía sin intoxicar nuestro hígado, poseen muchas menos calorías que las bebidas que se conforman con alcohol, y suelen estar elaboradas con un muy reducido (o nulo) aporte de azúcar.
Para colmo de beneficios, las bebidas sin alcohol presentan bajo contenido en sodio, por lo que son muy indicadas para personas con hipertensión.
A todo esto, hay que agregar el valor añadido de que la mayoría de cócteles sin alcohol son cócteles de frutas, por lo que representan un elevado aporte energético para la salud, dado que ofrecen una dosis idónea de minerales y vitaminas.
Tanto es así que, bien conformados, brindan la cantidad adecuada de esos elementos que necesitamos ingerir de forma diaria, sin que nos acordemos o echemos de menos a sus hermanos mayores los cocktails con alcohol
5 cócteles sin alcohol imprescindibles
1- Shirley Temple
Hablamos de un cóctel no alcohólico, nombrado así en honor de la actriz infantil de cine (y posteriormente diplomática estadounidense) Shirley Temple.
Está conformado por cinco medidas de refresco de lima-limón o de ginger-ale y un toque de granadina. Todo ello engalanado con una guinda al marrasquino y una rodaja de naranja. Para desarrollar su elaboración, hay que depositar todos los ingredientes en una jarra con abundante hielo (incluido el almíbar de las cerezas).
También hay que sumar algunos elementos que refuerzan su parte estética, como un par de rodajas de naranja y algunas cerezas (también conocidas como guindas o marrasquinas, que es el nombre de la variedad usada). En último término, se recomienda agregar un chorrito de granadina, que le aporta más color y sabor al cóctel.
2- Smoothie de piña, mango y agua de coco
El smoothie tropical mezcla de manera armoniosa el sabor de las diferentes frutas tropicales que lo conforman. La base líquida se la aporta la leche de coco, el zumo de naranja y el agua.
A partir de esta jugosa base, se agregan lima, plátano, mango y piña congelada y el hielo. Por último, merece la pena valorar si incluimos unos cubitos de hielo para lograr un smoothie más fresco.
Dado su sabor acentuado y la enorme cantidad y variedad de frutas que contiene, se aconseja consumir este smoothie como desayuno, merienda, postre e incluso de cena ligera si te apetece algo dulce.
Gracias a la formidable cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes que contiene, este mocktail está considerado como uno de los más recomendables para ejercitar un estilo de vida saludable. Si quieres incrementar aún más sus propiedades nutricionales, agrega unas hojas de espinacas u otra hoja verde. También le puede venir de maravilla una cucharada de semillas de chía.
3- Margarita sunrise sin alcohol
Este cocktail para todos los públicos enamora por los ojos, gracias a su innegable magnetismo cromático.
Hablamos de un mocktail conformado por fruta con piña, naranja, lima y limón; quien lo ha probado dice que es difícil no repetir su disfrute.
Lo mejor para preparar el margarita sunrise sin alcohol es disponer de una batidora americana decente en la que podamos moler todo, también el hielo.
4- San Francisco
San Francisco es un virgen cóctel, que es otra manera que se emplea en el ámbito anglosajón para designar a un cóctel sin alcohol.
Se trata de un clásico de clásicos en el sector de los cócteles sin sustancias etílicas consolidados en el imaginario de las preferencias del gran público cuando hablamos de bebidas sin alcohol de calidad.
Para confeccionarlo, hay que colocar en una coctelera unos cubitos de hielo que se entremezclan con el zumo de naranja, el jugo de piña, zumo de limón y la granadina. Después, hay que cerrar la cóctelera y agitarla con ritmo y perseverancia, hasta que apreciemos que los ingredientes se han mezclado adecuadamente. luego, rellena una copa con unos cubitos de hielo y agrega el cóctel.
Para darle un toque de decoración sofisticado, inserta en un palo de brocheta unos triángulos de piña, y ubícalo sobre la copa. Saca una tira muy fina de corteza de limón con el sacafiligranas. A continuación, colócala sobre la brocheta de piña.
5- Bloody Mary Sin
Este es un cóctel con sabor genuino, singular, diferente al promedio de mocktailes. De ahí su tremenda popularidad. Eliminar el alcohol al Bloody Mary puede ser una herejía para algunos, pero gracias a ese gesto transformamos esta bebida en un cóctel que además de rico, es nutritivo y saludable.
Hablamos de un combinado cuyo consumo se ha desplegado por todo el planeta. Eso sí, es importante concienciarse de su excepcionalidad en cuanto al gusto, ya que su sabor salado le confiere un toque extraordinario dentro del mundo de la coctelería.
Alrededor del bloody mary se ha articulado una literatura de primer orden. Se especula que la receta primigenia (con alcohol) proviene de París, aunque su popularidad se hizo universal unos años más tarde en la ciudad de Nueva York.
Además, tiene una excelente reputación como mitigador de la resaca después de una noche intensa. Quizás esta creencia se fundamenta en el uso de uno de sus ingredientes esenciales: el tomate. Sea cierto o no, lo que es evidente es que es una de las razones por las que consiguió volverse tan popular.
Para elaborarlo en su versión no alcohólica, hay que sumar 600 mililitros de zumo de tomate, algo de zumo de limón, ocho golpes de salsa Perrin’s, doce gotas de Tabasco, una pizca de sal, un poco de pimienta negra (o 5 pimientas) recién molida, así como una pizca de sal de apio (o semillas de apio molidas), algo de hielo y cuatro ramitas de apio.