Claves para generar una ambientación cálida y atrayente en tu restaurante
En este artículo se reflexiona sobre las claves que posibilitan un clima ideal para un comensal en un restaurante: luz, distribución de las mesas, diseño, música, color y temperatura
Para que un local de hotelería, bar, restaurante o cafetería, prospere, hay algunos factores que son capitales y debemos tenerlos muy presentes, como el buen servicio o unos platos con calidad consistente.
También juegan un papel central la decoración y la ambientación, que son elementos que, bien manejados, contribuyen a que el cliente se sienta en un espacio de confort, en un ambiente agradable, en definitiva, que le incite a querer repetir la experiencia.
Para construir esa atmósfera, hay que adecuar muchas claves dentro y fuera de la sala como son los colores, las texturas, la iluminación, las disposición del mobiliario, la temperatura…
En este artículo te señalamos varias pautas que facilitan lograr ese reto.
Perfilar con nitidez el cliente potencial de nuestro restaurante
Resulta fundamental tener claro cuál es el tipo de comensal que queremos atraer a nuestro negocio. En función de sus preferencias y su sensibilidad, organizaremos toda la ambientación del local.
Este aspecto resulta esencial, ya que no es lo mismo querer satisfacer a un joven millennial, que a un ejecutivo, o a un grupo de amigos o que a una familia.
En esa función fidelizadora, jugará un papel muy importante la comida que ofrezcamos, de manera que nuestra decoración debe sintonizar con las elaboraciones que servimos, generando así un ambiente que rezume armonía y bienestar.
Escoger con esmero la luz que acompaña y ‘mece’ la experiencia de nuestros comensales
Cuando planificamos la iluminación, hay que estimar algunos factores que deben considerarse:
- Qué imagen se quiere dar, no abusar ni quedarse corto en el uso de la luz, luces cálidas para bares y restaurantes tradicionales.
- Luces algo más frías para aquellos que buscan ofrecer un concepto moderno.
- O bien que apuestan por ser un elemento dinamizador y de encuentro en las zonas de trabajo.
Sea cual sea nuestra apuesta, la iluminación no debe ser exagerada, ya que agobiaría al cliente, ni demasiado tenue, puesto que hará que el cliente no pueda leer la carta.
En resumen, resulta recomendable que la iluminación sea sutil, suave y cálida para que los comensales se sientan a gusto en el espacio, generando así un sentimiento de bienestar, que les suscite quedarse más tiempo y consumir más.
La iluminación de la terraza,
Si hablamos de los espacios exteriores, se deben contemplar las actividades que se desarrollarán en ese marco durante el día y, sobre todo, la noche.
El caso es que, en los últimos años, el cliente de hostelería se ha vuelto más exigente y acude a un restaurante con la expectativa de vivir una experiencia de primer orden.
Para lograr cautivarle, hay qué combinar una estupenda carta y oferta gastronómica con otros elementos, como el servicio o la ambientación, lo que influirá en la capacidad de decisión del cliente.
Calidad y distribución de las mesas
Resulta primordial primar el confort del cliente. Para favorecer esa tarea, ayuda (y mucho) que las mesas y los asientos sean de alta calidad. También que sean distribuidos alternando funcionalidad y estética, de manera que favorezcan un tránsito fluido de los camareros que atienden a los comensales.
En esa dirección, nunca se deben ubicar las mesas enfrente de la cocina, cerca de los baños o en la entrada del restaurante.
La variable de la distribución también ayuda a sacarle mucho partido a un restaurante pequeño. Si ese es tu caso, para realzar el espacio se deberán conectar las estancias, de manera que queden comunicadas y abiertas, lo que ampliará visualmente el espacio. Los colores claros también contribuyen a realzar esa impresión de amplitud.
Música ambiente suave, de calidad y variada
La música suave contribuye a fortalecer la imagen de los restaurantes, de manera que es pintiparada para que los comensales saboreen sus alimentos en un ambiente tranquilo y agradable, incluso esa ambientación sonora con deleite puede contribuir a realzar los sabores y la experiencia de los sentidos de los clientes.
Ahora bien, si lo que buscas es atraer a un público juvenil, las últimas tendencias viran considerablemente con lo anteriormente descrito, que volumen y el estilo de la musica, sube unos cuentos decibelios.
Es importante tener bien insonorizado el local no solo para evitar que el sonido moleste a los vecinos del local sino también para que las conversaciones en el interior no se mezclen con la música ambiente que se reproduzca en cada momento.
Afinar con los colores armonizando
Los colores del local deben representar tu identidad corporativa con el tipo de sensaciones y experiencia que quieres transmitir a tu comensal.
Según la Psicología de los Colores de Eva Heller, la gama cromática opera sobre los sentimientos, incentivando diversas emociones, de manera que influye no solo en la sensación de acogimiento que transmite el local, sino también en el apetito y el estado de bienestar del comensal.
A la hora de definir tu elección, debes tener en cuenta que:
- Los colores estimulantes son el rojo, naranja y amarillo
- Si prefieres generar una sensación de tranquilidad y armonía, tu decisión debe fluctuar entre azul y tonos pasteles.
- Si quieres colores naturales, tu decisión se orientará al verde y marrón.
- Y si optas por algo más neutro, claramente debes decantarte por el blanco, el gris o el crema.
El bienestar de lo templado o el arte de regular la temperatura
Que todas las personas logren estar a gusto en lo que a temperatura se refiere, siempre será un desafío de envergadura (y muy complejo, pues es difícil sincronizar ‘el termostato vital’ de personas tan diversas como las que puede congregar un restaurante).
Una pista que ayuda es detectar los indicadores que dan los comensales para saber si la temperatura pasa desapercibida, o si por el contrario, abanicos o abrigos están siendo empleados…en cuyo caso, obviamente, habrá que tomar cartas en el asunto con celeridad para ajustar ese desajuste en la temperatura ambiente de nuestro negocio.