Alubias Blancas un clásico con sabor a innovación
Ya estamos de vuelta, se han acabado las vacaciones, los opíparos menús y los estómagos resentidos de tanto comer.
Llega la vuelta a la normalidad, los quebraderos de cabeza para nuestros menús y cómo no, la famosa y temida cuesta de enero.
Es momento de ajustar precios en la elaboración de las cartas, y aunque suene contradictorio agudizar el ingenio para que nuestro cartel con el menú del día se haga irresistible.
Creo que es un buen momento para hablar de legumbres, en concreto de la alubia blanca. Y… ¿por qué no de otra? Sencillo, porque en mi opinión da mucho juego, la considero muy versátil.
Podéis prepararla tanto con carne como con pescado, con marisco o simplemente con verduras de temporada, sin dejar de lado los hongos, combinación rica donde las haya.
Con un poco de ingenio podéis incorporarlas a casi cualquier plato de vuestros menús diarios resultando un plato de elaboración económica y sin embargo altamente nutritivo.
Es tiempo de cuchara, de platos humeantes que lleven caldo y aporten calor al cuerpo. Además del guiso tradicional probad con nuevos sabores, empezad el año con un aire diferente, puede que lo convirtáis en el plato estrella de vuestros menús.
Las legumbres son ricas en vitaminas y minerales. Con los acompañamientos adecuados son excelentes fuentes de hierro y proteínas. Preparadas adecuadamente constituyen un alimento energético ideal para ser plato único
Es uno de esos bocados cuya calidad es primordial. Una alubia vieja, dura o “pellejuda” arruinará el plato. La mayor parte del éxito es que ésta sea de calidad, ya que siendo así la cocción será buena y el resultado más que óptimo para todos los que disfrutamos con un buen plato de cuchara. Sin menospreciar su cita ineludible con el pan, a poder ser de miga espesa para mojar esa salsa sabrosa y rica.
Algo que no quiero dejar de deciros es que cuando las preparéis con chorizo y quizás con costilla o algo de carne o tocino principalmente, las sirváis con guindillas en vinagre, recomendación que si pudiera la haría obligatoria.
Y para beber, depende si las preparáis con pescado o marisco, si es así ofreced vino blanco, un Chardonnay, y si es tinto qué tal un Crianza, no entro en denominación, dejémoslo en el gusto de los comensales.
¡Buen apetito! y como siempre, os deseo que tengáis el día que decidáis tener.