9 consejos para hacer un menú
Carta, menú o pizarra, son generalmente los soportes que utilizamos para ofrecer nuestros productos, pero es esencial hacer una planificación al detalle.
Si lo elaboras bien, el menú se puede convertir en ese gran compañero con el que irías hasta el fin del mundo. Y es que tener un menú que funcione tiene como ventaja principal el aumento de la agilidad de la cocina y del servicio en general, algo que sin duda tus clientes y tu facturación agradecerá.
En nuestro consejo de hoy, hemos intentado resumir los principales factores clave para acertar poniéndonos en la piel del comensal que espera recibir algo especial, diferente y a la vez económico.
No será sencillo combinar todos los puntos clave que te mostramos a continuación, pero el esfuerzo conllevará seguro un buen resultado.
¡Allá van algunos consejos que te servirán de ayuda para conseguir hacer un menú de éxito!
- Cantidad: la clave es que no haya demasiada cantidad y ni mucho menos que tus clientes se queden con hambre. En cualquier caso, es mejor pasarse que quedarse corto, porque un cliente que se quede con hambre es un fracaso para ti y para tu negocio.
- Precio: echar cálculos para no salir perdiendo económicamente hablando, teniendo en cuenta no solo el precio que te cuestan los productos con los que se elabora esa receta, sino también el tiempo que necesitan tus cocineros para realizarlo.
- Combinar: aunque luego siempre dependerá de la elección de cada cliente, intenta realizar una selección de platos que puedan tener varias combinaciones posibles. Por ejemplo, no pongas tres primeros y tres segundos contundentes, porque más de uno no recurrirá a tu menú alegando el “no tengo tanta hambre”…
- Variedad de precios: una buena estrategia es ofrecer dos menús: uno más económico y otro más caro con alimentos más selectos. Así estarás ofreciendo una alternativa para los que no tengan problema en gastarse un poco más pero no quieran pedir de carta.
- Variedad de platos: no te guíes solo por lo que te gusta a ti, intenta ofrecer diferentes alimentos que satisfagan las necesidades de diferentes dietas.
- Variedad de cartas: es importante tener una amplia variedad de menús para ir combinándolos y que no se repitan cada poco tiempo.
- Opciones: ofrecer tres o cuatro opciones a elegir para cada uno de los platos es lo ideal. De este modo, el comensal no tendrá tantas opciones como para que elegir se convierta en una odisea, ni tan pocas que no haya ninguno que le termine de convencer.
- Bebida: nuestra recomendación es incluir, por lo menos, una bebida en el menú, aunque debas incrementar ligeramente el precio de este.
- Presentación: cuida el diseño del menú, no te limites al clásico menú en folio blanco y hecho en el Word.
¿Ya estás preparado para hacer menús ricos y atractivos para tus clientes?