5 consejos para ahorrar costes en tu restaurante

La gestión de un restaurante no es una tarea fácil. A la organización interna y el cuidado del cliente hay que sumarle un factor definitivo para que tu negocio tenga éxito: su rentabilidad.

En la mayoría de las ocasiones, para que cuadren tus cuentas no será necesario que realices grandes estrategias, solo tendrás que aplicar a tu negocio un poco de creatividad y una buena dosis de planificación.

Ahorrar en los costes de tu restaurante no debe ser algo que implantes cuando el negocio no tenga los beneficios que esperabas, sino una acción puesta en marcha de manera meditada con el objetivo de ser más competitivo.

La reducción de costes no es sinónimo de una rebaja en la calidad de tus productos ni de la atención a tus clientes. Hace referencia a la optimización de los recursos con los que cuentas para que te aporten la mayor rentabilidad posible.

Este tipo de decisiones deben estar muy maduradas, ser asumidas como parte de las tareas cotidianas de todo el personal de la empresa y tener un periodo de actuación a largo plazo. En definitiva, que lleguen a convertirse en un objetivo de negocio en sí mismas.

5 recomendaciones para reducir los costes de tu restaurante

• Elige un buen Proveedor. Para ofrecer la mejor calidad en tus servicios es necesario que cuentes con un experto que te ofrezca calidad y especialización. En él podrás depositar toda tu confianza, por lo que la elección del proveedor es fundamental para tu restaurante. Con él debes tener un contacto constante y realizar negociaciones periódicas en función del volumen de tus compras.
• Involucra al Personal. Todos los trabajadores de tu restaurante deben estar involucrados en esta misión. Para que los efectos sean palpables, debes hacer que todos los miembros de tu equipo estén comprometidos con las prácticas de optimización de recursos. Para ello tendrás que formarles y motivarles de manera constante, haciéndoles entender la importancia de esas acciones y recompensando de algún modo concreto su esfuerzo.
• Ahorra energía. El ahorro de energía puede hacer que desciendan los gastos de tu restaurante. Pequeños detalles como apagar fogones que no se usen o cualquier utensilio eléctrico que no se vaya a utilizar son fundamentales para rebajar tus gastos corrientes. Si conciencias a tu equipo de que realicen estas acciones e implantas equipamientos de bajo consumo comprobarás como tus facturas de suministros descienden de manera considerable.
• Optimiza tus materias primas. Además del ahorro en energía, debes optimizar el empleo de tus materias primas, ya que es una de las inversiones más grandes que realizas regularmente en tu negocio. Esto significa que en cada plato emplees la cantidad de alimento necesario, sin pasarte. Para imprimir una homogeneidad en las creaciones culinarias es necesario que su tamaño sea regular, que lleve una cantidad similar de alimentos. Esta cantidad debe estar  medida  y valorada para que sea la adecuada y satisfacer las necesidades de tus comensales. Si realizas esta acción con relativa exactitud, calcularás de la misma manera el coste que te supone cada plato, y así, podrás valorar de un modo real tus gastos y beneficios en cada servicio.
• Minimiza tus desperdicios. Un exceso de comida en los platos que ofrezcas a tus clientes generará abundantes desechos. En un restaurante existen desperdicios, pero cuando ese volumen es alto, comienza a convertirse en una pérdida de dinero y de recursos progresiva. Para evitarlo, tu carta debe no ser extensa y ofrecer platos de calidad, que se encuentren bien elaborados.

Y por último, recuerda que no por hacer grandes pedidos a precio reducidos estás ahorrando, ya que es mejor realizar solicitudes menores y periódicas, que se ajusten a las necesidades reales de tu cocina.

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¿A qué estás esperando para ahorrar costes a tu negocio?