Archivo mensual: septiembre 2014
¿Dentro o fuera de la nevera?
Si la semana pasada dedicamos el post al cofre del tesoro de cualquier cocina, el congelador, hoy lo vamos a dedicar a los alimentos que no debemos refrigerar.
Es importante el tener claro que es una recomendación, y de hecho queremos daros la explicación en cada caso, lo digo porque en algunos casos hay una creencia verdaderamente generalizada a lo contrario, a refrigerarlos.
En Ehosa nos dedicamos a los productos para hostelería desde que decidimos incorporarlo hasta que os lo entregamos, vuestra confianza es nuestra garantía de un trabajo bien hecho.
Empecemos con la razón más básica, quizás os pueda extrañar, pero contrariamente al masivo convencimiento de que con frío “todo” se conserva mejor y “dura más”, NO ES ASÍ. El frío puede variar el sabor, modificar las propiedades y hasta acelerar el deterioro de algunos alimentos.
Cada alimento necesita una temperatura diferente y las neveras por lo general enfrían de forma homogénea, si bien existen ya en el mercado diferentes máquinas que segmentan la temperatura por zonas, pero no es lo normal encontrarlas en nuestros establecimientos, por ello ahí van los consejos.
Los 12 Alimentos que debemos alejar del refrigerador
- El primero en nuestra lista es un alimento muy utilizado en la dieta mediterránea e incluso con identidad muy nuestra, el tomate. Pues he aquí que los tomates pierden su sabor y aroma en la nevera. Con el frío no maduran como deben, con lo cual hacemos que dejen de ser jugosos y apetecibles. No tenéis más que comprobarlo vosotros mismos, su textura se convierte en harinosa (el frío rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta). Dejadlos fuera, en la encimera, si están un poco verdes con la luz irán madurando.
- Le sigue muy de cera la patata, la baja temperatura provoca que el almidón se convierta en azúcares, nada bueno, al igual q los tomates su textura pasará a ser harinosa. Lo recomendable es guardarlas en un lugar fresco, oscuro y con buena ventilación, también en una bolsa de papel, ojo, no de plástico, de esta manera tendremos patatas incluso varias semanas.
- Vamos con el tercer alimento en nuestro ranking, el pan, creo que es también como dirían los gurús de la moda un “must” en nuestras mesas, ¿no os parece? Olvidaos de la nevera, con el frío se podrá duro rápidamente. En este caso es preferible guardarlo en una bolsa de tela, si lo metéis en bolsa de papel, fracaso garantizado, y si vuestra elección es bolsa de plástico, se hará chicloso.
Si hablamos del pan de molde, es otra historia sí puede tener su lugar en la nevera, manteniéndolo en su bolsa para que no se seque.
- Número cuatro, los aguacates, más aún si están maduros.No los metáis en la nevera “para que aguanten más”, se pondrán negros y duros, dejadlos en un lugar fresco, con muy poca o nada de luz.
- No hay quinto malo e importantísimo, más si cabe por las mañanas, el café, pierde su sabor con el frío y para colmo cogerá todos y cada uno de los olores del resto de alimentos que tengamos, ¡horror!. Haced caso de las recomendaciones de los expertos, su lugar ha de ser fresco y oscuro, sus peores enemigos la luz, el aire y el calor.
Haced que vuestras barras se llenen de clientes deseosos de tomar su primera taza de café en vuestro establecimiento por su aroma y sabor.
- Sexta, vamos con la miel, atentos, no se pondrá mala fácilmente si está en un recipiente bien cerrado, por lo que razón para que esté en la nevara no hay ninguna. Se cristalizará.
- Séptimo, otro alimento de los que nos da identidad y que nunca falta en vuestras cocinas, con total seguridad, el aceite. Ni que decir tiene que la nevera no es su lugar, el frío hará que se condense rápidamente, alterando su sabor por completo, si sois de los que lo guardáis dentro, sacadlo.
- Vamos con el octavo, en realidad son varios, ¿qué pasa con las cebollas, cebolletas y cebollinos? ¿Dentro o fuera? La humedad no benefician a las cebollas, todo lo contrario se reblandecerán, buscadles un lugar fresco y seco, y por si lo desconocéis que no estén en contacto con las patatas, de lo contrario se pudrirán antes debido al gas que emiten juntas. En cuanto a las cebolletas y cebollinos, no hay problema tienen un alto contenido de agua, pueden quedarse dentro.
- Novena, la albahaca, al meterla se marchitaría rápidamente y como en el caso del café absorbería todo olor que le ronde. Dejadla fuera, en un vaso con agua, adornando vuestros fogones. Si la utilizáis mucho en vuestros platos y queréis tenerla siempre a mano, los expertos os recomiendan hervirla y después congelarla.
- Décimo puesto, los ajos, de nevera nada de nada, se llenarán de moho con la humedad y les brotarán tallos. Lo más recomendable es meterlos en una bolsa de tela en un lugar fresco y seco.
- Próxima parada, las frutas tropicales,en el undécimo, como la piña, el plátano o la papaya y el mango tan introducidos ya en nuestros platos. El frío no les beneficia, su piel se pondrá negra y su pulpa pastosa, su lugar es decididamente fuera.
- Y con el decimosegundo lugar tenemos la controversia servida, el chocolate… se puede derretir. A pesar de esta razón más que de peso para meterlo en el refrigerador, los expertos lo tienen clarísimo, su lugar es fuera salvo que contenga un relleno lácteo o haga mucho calor. Os lo digo de nuevo, comprobad cómo con el frío le sale una capa blanquecina. Su sabor y textura dejarán de ser la que era.
Los especialistas de una renombrada marca recomiendan “que el chocolate se guarde en bolsa de plástico con cierre y que, cuando se quiera usar, se saque del plástico SIN quitarle el envoltorio, y dejar que alcance gradualmente la temperatura ambiente”. Pero no queda ahí la cosa, una vez abierto, aconsejan envolverlo en “papel de aluminio” y de nuevo en “plástico”.
¿Qué puedo añadir? Que la información da poder, el poder de trabajar bien y hacer que la calidad sea lo que prime en vuestros negocios, es una autopista hacia el éxito.
Si sabéis de algún otro alimento que se haya quedado en el tintero decídnoslo, en Ehosa, nos gusta hacer las cosas bien.
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¿Se deben congelar todos los alimentos?
Se acabó el período estival, y aunque ya las vacaciones se escalonan más, muchos de vosotros habréis cerrado unos días, algunos hasta el mes completo, con lo cual llega el momento de ponerse las pilas, llenar despensa y cómo no ¡congelador!
Hoy en día no hay establecimiento y no me aventuro mucho al añadir cualquier cocina que no tenga un congelador comparable al “cofre del tesoro”. Existe una tendencia muy, pero que muy extendida, a la cual me sumo, y es ni más ni menos que, hacer la compra y acto seguido… al congelador.
Sin embargo, ¿estáis seguros de que todo lo que congeláis está bien congelado, valga la redundancia? En Ehosa, especialistas como somos en
productos para hostelería, somos conscientes del proceso que siguen los alimentos para su congelación, de hecho es uno de nuestros platos fuertes, he de deciros que cada vez incorporamos más productos de quinta gama a nuestro port-folio . Con ello quiero deciros que sabemos lo que estamos vendiendo, pero a lo que voy realmente es a los que congeláis vosotros, para tenerlos a mano.
Pues bien, lo primero que se aconseja es consumir esos alimentos en los 9 meses siguientes a haberlos comprado. El segundo paso a seguir debería ser que su descongelación fuera lenta para que se mantenga igual.
Lo metemos todo en el congelador pero, ojo, no todos los alimentos se deben congelar, aunque lo hagamos:
- Las ensaladas frescas se vuelven marchitas, blancas y sin sabor después de haber estado en el congelador. Se aconseja lavar las hojas y mantenerlas guardadas en plástico en la nevera.
- Frutas y verduras crudas tienen un gran porcentaje de agua por lo que al descongelarse quedan blandas y muchas de ellas enmohecidas.
- El yogur que se congela puede ser peligroso ya que la leche que contiene se corta y puede provocar problemas de salud.
- El mejor lugar para guardar las patatas es en un sitio seco y seco, el congelador no es su mejor aliado.
- Los quesos son muy delicados frente al congelador, la mayoría se vuelven blandos, sin sabor y harinosos.
El congelador puede ser nuestro más fiel aliado a la hora de la elaboración de los menús, pero utilicémoslo bien, vuestros clientes lo valorarán, y ya sabéis… ¡los que repiten mesa son ellos!
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Hoy tenemos pasta
Estamos en plena rentrée, algunos llevaréis ya al pie del cañón alguna semanita pero el grosso coincide con la vuelta al cole, hasta ahora vaciar despensa y hacer cábalas con los productos para hostelería que teníais en vuestro almacén habrá sido, y no creo desviarme mucho, vuestra práctica diaria.
Bien, pues para la vuelta se nos ha ocurrido dedicar este post a la “pasta” alimento de renombre italiano que es versátil y amigable para acompañarlo o que acompañe.
Haréis que tanto mayores como pequeños sonrían cuando vean en vuestras cartas esta opción.
Los origenes y su composición
Hay varias teorías sobre su origen, se habla de Marco Polo pero también se le atribuye el título de “leyenda” ya que antes de que él hiciera mención de la pasta en China la cual introdujo en Italia, ya se había hablado de los “vermicelli” elaborados en Pisa. Lo que sí parece ser cierto es que la pasta se consumiera y elaborara de forma paralela tanto en China, como en el mundo árabe y nuestro mediterráneo.
En la antigua Roma, ya en el siglo III antes de Cristo hay referencias al gusto de Cicerón por las “laganas”, que no son sino lo que conocemos hoy en día como lasaña. Fue en esa época cuando los romanos idearon instrumentos y utensilios para la elaboración de la pasta de la lasaña.
Fijaos si es básica la composición de la pasta, el ingrediente principal es la harina que, mezclada con agua y añadiendo sal, huevo u otros ingredientes, tales como verduras, leche, tinta de calamar, soja y hasta suplemento de vitaminas y proteínas, llegaríamos a la masa que cobraría la forma que quisiéramos darle, fina, gruesa, estriada, lisa…
Cabe decir que la harina más empleada en las recetas occidentales es la de trigo, continuando así la tradición italiana, sin embargo en Oriente lo que utilizan es la harina de arroz y también de alforfón, o más conocido como trigo sarraceno, considerado como un pseudocereal debido a su alto contenido en almidón y a su aparición en la harina y grano, sin embargo algo importante a tener en cuenta es que como no es un cereal per se, no contiene gluten, siendo por tanto apto para la alimentación celíaca.
Entre los tipos de pasta podemos encontrar:
- La paste corte, las que no tienen forma de fideos largos o cintas, aquí, encontramos los macarrones, canelones, lacitos, conchas, caracolas, etc
- Lisce, que no es sino la pasta lisa, su textura es más suave, seguro que habéis visto e incluso ya preparáis en vuestros restaurantes penne, maccheroni lisce, cannolicchi o sigarette. Al ser lisa no retiene la salsa como la estriada ante lo cual los entendidos italianos la condimentan con salsas ligeras, o bien mantequilla derretida o con un buen chorrete de aceite y hierbas aromáticas, cada vez más añadidas en todos los platos.
- Rigati o pasta estriada, este tipo de pasta casa mejor con salsas más contundentes, al tener surcos y una superficie con hendiduras retiene muy bien la salsa y los condimentos con los que queráis enriquecer el plato. En este grupo encontraréis Penne rigate, rigatoni o mezze rigatoni.
- Pate piccole o pastina, son las pastas que utilizamos para las sopas, filini (fideos finos), estelline (estrellitas), tubetti, etc
- Pasta gigante para rellenar, muchas de ellas son las pastas que ya hemos mencionado pero en formato gigante que se presta muy bien para rellenar, ojo con el relleno porque en algunos casos si elegimos la pasta tipo cubo el formato es abierto, pero por lo demás es una buena alternativa.
- Por último la pasta fresca, a diferencia de la seca se conserva en la nevera y su cocción es en la mitad de tiempo.
En muchos menús en mi opinión, se usa esta pasta como reclamo, “fresca”, se asocia automáticamente a “mejor calidad”, pero si de algo entendemos en Ehosa es precisamente de calidad en productos para hostelería y en el caso de la pasta, tenemos un gran abanico que ofreceros, todo depende de lo que queráis. La trabajamos seca, congelada y hasta ya elaborada lista para consumir.
No quiero extenderme en sus propiedades nutricionales pero la pasta es una fuente rica en hidratos de carbono y fibra.
Su ingesta permite una digestión fácil y lenta por lo que constituye un buen aporte energético para nuestra actividad diaria ya sea física y mental.
Esta semana iremos al compás del post con nuestra propuesta culinaria, echad un vistazo porque tendrá poca salsa y mucho contenido, a ver qué os parece.
Y hoy termino como empiezo, con la rentrée, bienvenidos y … ¡BUEN APETITO!
El Queso Gouda, un icono holandés
Qué tal si hoy dedicamos el post al queso gouda, antes de empezar a escribir he hecho una pequeña encuesta, podría decir casera y el resultado ha sido ¿el del burguer? Me ha llamado la atención que esté tan asociado popularmente a la cobertura anaranjada que lleva la hamburguesa o bien a las ensaladas principalmente ya preparadas.
El Gouda es un tipo de queso amarillento holandés, su nombre proviene por la ciudad Gouda, sin embargo tenéis que saber que los elaborados en la Holanda Septentrional tienen mejor reputación por su calidad que los originarios de la ciudad que le dio nombre.
El término “Gouda” a día de hoy es un nombre genérico, es el “Noord-Hollandse Gouda”, que traducido significa “Gouda de Holanda Septentrional” es una denominación de origen protegida y registrada en la UE.
Se elabora a partir de leche de vaca pasteurizada, procesada y recalentada con calor. Su corteza que está impregnada en salmuera enriquece y potencia su sabor, sin embargo no es recomendable comerlo antes de al menos dos semanas, transcurrido este tiempo ya está listo para consumir.
Como es el caso de muchos quesos hay dentro del mismo tipo, distintas variedades conseguidas según la curación que hayan tenido. Esta se convierte en el factor fundamental que hará que su sabor y textura sea diferente.
Los más jóvenes, por decirlo de alguna manera, con esto quiero decir los menos curados tienen una textura cremosa, mientras que los más curados adquieren un suave color caramelo, no tan amarillento y un sabor dulce, y ya los muy curados son más frágiles, como pasa siempre con cualquier queso, sin embargo su sabor es para mi gusto absolutamente delicioso, he encontrado una descripción que creo que funciona al dedillo “es similar a la mantequilla con un toque de sabor a whisky nogado”.
La verdad es que España, es un país que puede presumir de sus quesos, con identidad propia según las regiones y las elaboraciones pero magníficos todos ellos, ya depende de los gustos personales el catalogarlos como “el mejor queso que he probado”.
Algo que he descubierto es que el Gouda es el queso con más versiones (al pesto, con arándanos, con cominos, con nueces, con pimienta, y hasta con wasabi)
Espero que con todo esto dejemos de asociarlo a las hamburguesas de comidas rápidas… desde Ehosa siempre os hemos hecho hincapié en que no hay competencia para la innovación y la creatividad, y estoy más que segura que en vuestras cartas no es un producto que tenga cuando menos un papel secundario.
Pues queremos que le deis una oportunidad, y para ello lo hemos incluido en nuestro portfolio, lo trabajamos en barra, y para darle la bienvenida queremos daros una receta que no os llevará tiempo, daréis un toque de distinción a vuestros menús y seguramente os pregunten ¿Con qué queso está hecho?
Hay que salirse de lo común, de vez en cuando romper con los clichés, siempre podréis añadirlo a la ensalada de la casa o al surtido de fiambre tan socorrido para cubrir un día, y por supuesto a la hamburguesa de turno…, pero quien sabe, quizás vuestras mesas empiecen a ocuparse por estas pequeñas diferencias.
En vuestras manos lo dejo.
Despedida a una amiga
El pasado día 12 de Agosto nos dejaste, compañera, amiga.
No son momentos para decir adiós, porque siempre formarás parte de lo que somos.
Tu labor, tu esfuerzo y tu lucha han hecho que no te olvidemos. Nos quedamos con tu sonrisa dormida como recuerdo, y sobre todo con lo que ayudaste a construir en esta empresa.
Desde los comienzos tu sello se hizo notar y juntos trabajamos en armonía e ilusión para como no, ser felices, y sobre todo planificar un futuro mejor, que ahora nos da la espalda, pero no podrá quebrar el recuerdo de una de las mejores.
No conseguimos celebrar juntos el 23 aniversario que hoy se cumple, aunque sé de buena tinta que luchaste hasta el final para conseguirlo, igual que las 47 primaveras que hace unos meses celebraste en compañía de todos los que te querían, y aunque algunos no pudieron estar, también te sintieron cerca.
Esta empresa hoy es grande por la labor de todos los que ayudaron a levantarla, mantenerla, y cómo no, a hacerla cada vez mejor y más sostenible. Siempre contribuiste a ello, por eso el futuro también es tuyo, aunque sea desde allí arriba.
Esta despedida, no apaga el hermoso sueño…, porque aún quedan fuerzas para seguir intentando aquello que hace unos años iniciamos juntos.
Hoy el Adiós es un hasta siempre, aunque la vida no te haya dejado estar con nosotros, nosotros sí hemos querido tenerte presente Victoria Pérez Diego.
Para tus compañeros de Ehosa, siempre estarás en nuestros corazones.