Archivo mensual: julio 2014
Qué tendrán las ensaladas que nos gustan tanto…
A día de hoy podemos asegurar a ciencia cierta que, al menos en Madrid, el calor ha llegado para quedarse, los mediodías son espantosos, un calor que abrasa, sin embargo las noches son suaves y agradables, ¿para qué irse a la cama ante la posibilidad de alargar la velada en una terraza con amigos de los de toda la vida o nuevos? eso ya es decisión personal…
Con esta combinación de verano, calor, amigos, terraza, ¿qué os parece si hablamos de un plato que podríamos calificar como polivalente?
Se trata de la ensalada. En todas las cartas de todos los restaurantes, bares, cafeterías, buffets, encontramos una amplia gama de ensaladas, con ingredientes sorprendentes que van desde el foie hasta la granada y con una amalgama de aliños que cuando menos sorprenden.
El origen y los comienzos de la ensalada van de la mano con el de la alimentación. No existe área cultural en el mundo en la que esta tipología de verdura fresca cruda, más o menos saboreada, no se haya utilizado en mayor o menor medida.
La base normalmente suele ser verde, ya sea lechuga, escarola, canónigos, rúcula, depende de la sencillez que busquemos en su elaboración, el resto de invitados a acompañar nuestro verde elegido puede ir desde nuestro espléndido tomate hasta artistas invitados como virutas de trufa negra, foie y hasta caviar.
Ya sea como entrante, primer plato o acompañamiento siempre debe de estar presente en vuestras cartas, algo que os recomendamos dado que pocos platos son más saludables y recomendables en la dieta mediterránea.
Los Ingredientes
¿Por qué no añadir espárragos trigueros, frutos secos, fruta fresca, jamón loncheado, pasas, verduras propiamente dichas, ahumados, surimi y hasta sashimi? Dadles nombres sugerentes, algo más que “ensalada de la casa”, dadles identidad propia, que sea sonoro y que el simple hecho de leer ese nombre haga detener la vista de los comensales en sus ingredientes.
Las combinaciones pueden ser excelentes y el deleite puede ser grande, ofreced distintos aliños, además del clásico aceite y vinagre, en Ehosa os podemos ofrecer productos para hostelería en botes de salsas individuales, balsámicas de módena, frambuesa, manzana y hasta mango.
Se trata de utilizar ingredientes de siempre pero darles importancia, vestirlos de gala, para que destaquen al potenciar el sabor del conjunto de nuestro plato. Sin dejar de mantener lo de siempre claro está. En Ehosa tenemos todos estos productos para la hostelería, preguntadnos si queréis, tenemos nuestro chat a vuestra disposición.
Los consejos
Es más, quizás una buena idea sea introducir una ensalada y ver qué rotación tiene, confiad en nosotros, puede sorprenderos y mucho. Y aun no siendo así, es importante diferenciaros, y siempre por hacer las cosas bien. La ensalada no es que sea un plato de verano ni mucho menos, pero que da mucho más juego que en invierno es indudable. ¡Dedicadle un especial!
También podemos ofreceros en Ehosa otra gama de ensaladas, no son verdes, la base es la pasta, el arroz o los ahumados, se trata de platos ya preparados que desde hace años tienen muy buena acogida por su calidad. El formato está pensado como producto de hostelería con lo cual su salida es muy buena.
Las Tendencias
Como colofón al post, debemos destacar la tendencia que desde hace unos meses se empieza a instaurar en las mejores mesas del territorio nacional, se trata de la decoración verde.
Esta particular forma de vestir una mesa aporta un frescor inigualable al comensal así como colorido e influencia ecológica. El subconsciente actua con un influjo real hacia la petición de los comensales hacia ese tipo de platos.
¿A que esperas para poner unos brotes y unos cherrys en el centro de la mesa?
Y esta vez no podemos despedirnos sin al menos aportar una receta fresca y diferente para ver si conseguimos que os animéis a dar rienda suelta a vuestra creatividad. Disfrutadla, y si es con un vino blanco y fresco mejor que mejor. ¡Hasta pronto!
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¿Empanadillas, sólo en España…?
El post de hoy lo vamos a dedicar a un plato mundialmente conocido es sus diferentes versiones, las empanadillas, como puramente argentino, “empanadillas criollas”, quizás entrante, aunque con un acompañamiento bien puede convertirse en un primer plato y hasta vistiéndolo bien … plato único.
Y os podéis preguntar, ¿qué diferencia hay con nuestras empanadillas? La receta de las empanadillas españolas se basa en harina de trigo, aceite y sal y admite todo tipo de rellenos tanto salados como dulces. Cabe decir que el más habitual es el sofrito de cebolla, ajo, pimiento y atún.
Actualmente las podemos encontrar fácilmente ya elaboradas, y si nos decidimos a hacerlas en casa siempre podemos acudir a la socorrida masa refrigerada ya preparada.
Muchos son los países que en su haber culinario cuentan con pasteles de carne, en cierta manera una variante de nuestras deliciosas empanadas y empanadillas. Los americanos, británicos, australianos los tienen entre sus platos típicos. Aunque sin salir de nuestras fronteras también lo tenemos a nuestro alcance mucho más cerca, en nuestra región de Murcia.
La palabra empanada es de origen español y claramente proviene de pan. No estaríamos muy desencaminados si dijéramos que las primeras empanadas fueron simplemente panes, vaciados y rellenos de algún guiso. La siguiente etapa en su evolución muy probablemente haya sido el elaborar panes corrientes pero ya con su relleno dentro, cociéndolos juntos en el horno y concediéndose de esta manera masa propia a la empanada y a las empanadillas.
Los españoles las llevaron a América donde, luego, fueron surgiendo otras formas de prepararla. Si bien se comen en todo el continente, en Argentina se convirtieron en un símbolo totalmente regional. Podemos decir que no existe un único tipo de masa, todo lo contrario, suelen usar o preparar diferentes tipos de masas, normalmente descartando el hojaldre.
En Madrid son muchos los restaurantes que las empanadillas criollas en sus cartas, como entrantes, su sabor desde mi punto de visto es más regio que el de las empanadillas autóctonas y su masa nada tiene que ver con nuestro clásico hojaldre o masa de pan.
Es un plato que puede resultar sugerente y atractivo a vuestros clientes, presentándolas, ya sean las puramente criollas o las nuestras de siempre, con una ensalada de acompañamiento o unas verduras a la plancha, que es una alternativa que desde mi punto de vista puede funcionar de maravilla. Tendríais cubierto un día, ¿por qué dejar este apetitoso plato para los restaurantes puramente argentinos?
En Ehosa trabajamos un Producto para Hostelería, que lo denominamos empanadilla criolla de carne, decir, que inicialmente lo comercializamos a petición de un restaurante y poco a poco se ha convertido en un producto muy demandado y exitoso, hablamos eso sí de congelado, lo que os permite una rápida reacción en caso de imprevistos como mucha demanda en la comanda.
Ojo, no quiero por ello desmerecer nuestras empanadillas, o sus hermanas menores, las mini, también las trabajamos de bonito y de atún, y os puedo garantizar el éxito si cuando os piden una caña o un vino les servís un platito con tres o cuatro mini empanadillas, la bebida acompañada con algo sólido… entra mejor.
Y…¿ qué tal si os animáis a hacerlas en vuestras cocinas? Echad un vistazo a esta receta es algo diferente a la empanadilla de siempre, puede serviros de inspiración…
Disfrutad de vuestro día y si necesitáis ideas o información adicional de nuestros productos, ya sabéis que en Ehosa nos podéis encontrar a cualquier hora del día. Nuestra razón de ser sois vosotros.
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Más vale sardina en plato, que una sirena en retrato.
Larga y curiosa es la historia de estos peces, primos hermanos de la anchoa y el arenque, sobre todo en cuanto a la procedencia de su nombre.
En la actual Isla de Cerdeña tiempo atrás se encontraban a millares, y atendiendo a cómo llaman los italianos a su perla del mediterráneo, “sardegna”, podemos ya imaginar cómo sus habitantes autóctonos la denominan “sardinna”, en su lengua, el Sardo.
Llamamos entonces “sardinas” a esos peces que antaño poblaban en exceso las aguas del Mare Nostrum, pudiendo encontrar en estos días junto a la europea sardina común, a la sardina pilchardus en sus dos variedades, la atlántica y la mediterránea.
Su aspecto es de color verde pardo en el dorso, flanqueada por una banda azul en ambos lados. La parte posterior del vientre es de color plateado que junto con su aletas casi incoloras, aportan una tonalidad espectacular al agua por la que nadan en gigantescas manadas.
El pescado azul
La sardina está dentro de la categoría de los pescados azules. teniendo una carne muy rica en grasas y de cierta tonalidad oscura.
El mejor momento para su consumo es en el verano, ya que es en esta estación cuando presentan un mayor porcentaje de grasa, lo que potencia su aroma y por supuesto, su sabor.
La sardina constituye, junto con el boquerón, uno de los pescados más saludables y populares en España.
Es muy rica en vitamina A y D, y sus porcentajes de éstas son muy superiores a los demás pescados, y en cuanto a los minerales que aporta están el fósforo, el magnesio, el potasio, el hierro, el zinc y el yodo.
Destacan también por su alto contenido de Calcio, ya que normalmente se consumen junto con la espina. Y en el caso concreto de las enlatadas, en aceite o escabeche, al estar la espina en el interior junto con los líquidos, ésta se ablanda produciendo un traspaso de su calcio a la carne.
El inconveniente que presenta para la salud, se basa principalmente en su contenido de “purinas” que nuestro organismo lo trasforma en ácido úrico, no siendo recomendable su ingesta a los que padecen hiperuricemia o gota.
¿Como se deben preparar o cocinar?
En su estado natural, es decir fresca, se puede elaborar de diferentes maneras, bien con cabeza o sin ella.
- Podemos asarlas a la parrilla (incluso con sus vísceras), sobre todo para los ejemplares de mayor tamaño.
- Fritas será la mejor combinación para esas “parrochas” de menor tamaño.
- Rebozadas o al ajillo.
- Y también pueden escabecharse o macerarse para usarlas como base de guisos.
Si las consumimos en conserva, sus múltiples usos nos permitirán que formen parte de:
- Una ensalada variada (en sustitución del atún).
- Como relleno de una tortilla.
- Como ingrediente principal de un bocadillo.
- En tapa sobre tostas y pimientos…
Existen muchas otras formas de elaboración, casi todas las hemos ido adaptando de los diferentes países donde se consumen y elaboran, pero casi siempre relacionada con una tradición marinera como las famosas “Sardiñada Galegas” en las playas del noroeste peninsular en esta semana festiva, en honor a su “Patrona” la Virgen del Carmen.
En Anatolia (Turquía), acostumbran a prepararlas al horno envueltas en hojas de parra, en Marruecos forman parte de unas albóndigas que las sirven con salsa de tomate picante, Y en Asia, en la India las elaboran con Currys variados.
Solo nos hace falta algo de ingenio e imaginación para darle ese último toque a su preparación o probar a realizar nuevas recetas que seguro las complementan perfectamente éstas “sirenas del mar”.
En Ehosa, tenemos sardinas ultracongeladas, limpias y sin cabeza, que pueden ser la materia prima principal de un plato guisado, una parrillada “sin desperdicio” o bien una receta muy original, crujiente y frita.
También tenemos otra variedad que complementa todos los productos para hostelería que comercializamos en su familia de pescados. Se trata de la sardina ahumada, conservada en aceite, al más puro estilo de las anchoas, pero con el sabor y textura característica de la sardina. Ideal para ensaladas de ahumados, tapas y aperitivos con bases de queso y seguro que muchos más…
¿Se os ocurren otras formas de utilizarlas en la cocina?
En verano… ¡Espinacas sin dudarlo!
En verano, haced un hueco en vuestra dieta ¡a las espinacas!
Si lo consultamos con los expertos en nutrición obviamente nos dirán que tiene que formar parte de nuestra alimentación todo el año, y así debe ser por supuesto, ya sabéis que en Ehosa apoyamos y fomentamos la correcta alimentación.
En este caso me ha parecido curioso, la espinaca, es el alimento que más betacaroteno contiene, ¿lo sabíais?, desplaza y con mucho a las zanahorias.
Las Espinacas nos ayudarán a estimular la melatonina en nuestro organismo favoreciendo ese tono bronceado tan codiciado en estas fechas favoreciendo también su prolongación en el tiempo.
Fue cultivada por primera vez en Persia. Los árabes la introdujeron en España hacia el siglo XI. Su cultivo se extendió por toda Europa alrededor del s. XV, en pleno Renacimiento donde la vuelta al clasicismo abarcó todas las artes humanísticas.
Beneficios para la salud
Su composición principal es el agua y la cantidad de grasas e hidratos de carbono es muy baja, pero es uno de los vegetales que más proteínas contiene. Es rica en fibras, especialmente los tallos, resultando muy beneficiosa para la salud. Nos aporta una variedad de minerales donde destacan el calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y fósforo.
En cuanto al contenido de vitaminas, la espinaca es rica en vitamina A, C, E, K, así como la variedad del grupo B (B6, B2, B1). También es importante su aporte de yodo y varios antioxidantes como los flavonoides, y carotenoides (la luteína y la zeaxantina, neoxantina).
Para completar sus beneficios no debemos olvidar que estamos ante un aliado para las mujeres embarazadas al proporcionar una dosis importante de ácido fólico (vitamina B9). Ayurdará además a combatir las enfermedades cardiovasculares ya que es una buena fuente de ácidos grasos Omega-3.
Verdades sobre su valor energético
Con Popeye aprendimos que para estar fuertes hay que tomar espinacas, sin embargo lo que no sabía el marino fortachón es que no contienen tanto hierro como él pensaba. Es un mito extendido e institucionalizado.
Hoy en día se sabe que en general las otras plantas comestibles contienen niveles de hierro similares o incluso superiores a la espinaca, como es el perejil, semillas de sésamo, acelgas, berza, col, y en general la mayoría de verduras de hoja verde oscura.
La versión del comic, nos acerca más a la psicología infantil, sirve de ayuda para introducir a los más pequeños en el consumo de estos vegetales, a priori rechazados rotundamente. No olvidéis el ingenio y la creatividad en la cocina, aplicadlo en vuestros menús.
La planta y sus variedades
La espinaca es una planta anual, cultivada como verdura por sus hojas comestibles, grandes y de color verde muy oscuro. Su cultivo se realiza durante todo el año y se puede consumir de muchas maneras desde fresca, hasta cocinada previo paso por su cocción. La variedad más común es la de hoja rizada o “savoy”, aunque no es la única, también existe la de variedad lisa, más grande de tamaño y generalmente comercializada sin tallo o la “baby”, que se asemeja a la anterior pero son sus primeros brotes los que se recolectan, generalmente para ser usados en ensalada.
La podemos encontrar en todos los lineales de los supermecados o grandes superficies en distintos formatos, me atrevería a decir que es una de las verduras que más habitualmente se encuentra en la sección de congelados.
De hecho es como la trabajamos en Ehosa, producto de primera calidad en 4 bolsas independientes, creemos que para vosotros puede ser lo más cómodo para tenerlo como un básico siempre a mano sin tener que preocuparos de limpiar y cortar, directamente a la olla para cocer. Algo que hace más atractivo y a la vez fundamental de este alimento es que su cocción ha de ser de forma rápida, en 2 minutos y sin tapar, lista. No la tengáis demasiado tiempo porque haréis que pierda una gran parte de sus nutrientes. Si por algo os tenéis que diferenciar de vuestra competencia de alrededor y de fuera de vuestro radio que sea por hacer las cosas bien, como muy bien dice un afamado cocinero vasco “con fundamento”.
¡Buen provecho!
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Pimientos de Padrón, unos pican y otros no.
En la Península Ibérica, los pimientos tienen apellido, como el caso que nos ocupa hoy, de Padrón. En futuros post nos acercaremos más a los gentilicios de Lodosa, Guernica, etc…
Realmente su nombre proviene de la localidad gallega de “Padrón” y más concretamente, recién desembarcado de las indias por parte de los monjes de la orden de los franciscanos que regentaban el convento de San Francisco de Hebrón allá por el siglo XVI.
Sus inicios americanos son de las mismas características que sus hermanos los chiles o los jalapeños, y como todo pimiento era cultivado en la Mesoamérica precolombina.
Al comenzarse a cultivar en tierras gallegas, la especie fue adquiriendo su aspecto particular, más pequeño que sus progenitores y a su vez desarrollando un sabor especial, virtud del nuevo clima y terruño sobre el que se asentará.
El Pimiento de Padrón (Capsicum annuum) es un vegetal que nos desata una tremenda curiosidad en lo referente a sus sabor, de ahí el dicho que nos abre el título del post sobre si unos pican y otros no…
El compuesto químico que genera la posibilidad de dar picor a cada pimiento es la capsaicina, sustancia autogenerada como defensa y protección ante los insectos y otros seres vivos que pretendan llevárselos a la boca…
Como en todas las especies, la excepción hace la regla, y no todos contienen la sustancia o en su caso en menor medida. Como causa de la carencia de ésta, estaría la utilización de medios de riego diferentes o falta del mismo provocado por la escasez de agua en épocas largas de sequía.
Las alteraciones medioambientales de variaciones de temperatura extremas en épocas primaverales, incluso el exceso de horas de sol, no muy habituales en las épocas de crecimiento en el noroeste peninsular, pueden ser también factores que minimicen o aumentes su capacidad de “picar”.
La teoría es ésta pero en la práctica, los dichos populares son los que aportan sabiduría y tradición a los pueblos, y en la región gallega, desde Estaca de Bares, hasta la desembocadura del río Miño, se comenta:
Para saber distinguir cuál es el pimiento que pica, hay que fijarse en crudo en los más puntiagudos y de color mate.
Una vez cocinados, se arrugarán y su color tenderá a homogenizarse en todos, así que difícil elección, a no ser que los probemos acercándolo a los labios y comprobemos el efecto anestesiante… Pero son dichos populares…
Su aspecto y su diferencia
Los pimientos de Padrón son más pequeños de lo habitual, con una línea cónica y alargada y con pequeños surcos hasta la parte de la rama.
Son muy sabrosos al gusto, independientemente del calor o ardor que proporciona al paladar, debido a su compuesto insecticida.
Su cultivo se extiende no solo en la actualidad a la provincia gallega, sino que al darse en invernaderos estos pueden encontrarse en producciones del levante y sur peninsular así como en Marruecos.
Ni que decir tiene que aún con el mismo aspecto, la ingesta de unos u otros determinan claramente su procedencia. Siendo el verde coruñés el que destaca sobre sus competidores.
Lo podemos encontrar desde el mes de mayo hasta finales de la estación estival, pero como comentábamos anteriormente los cultivos en invernadero posibilitan la obtención de cosechas casi alrededor de todo el año.
Como se preparan
La forma más común de elaboración es freirlos, para ello debemos tener en cuenta unos detalles que asegurarán un perfecto acabado:
- Se calienta aceite en una sartén (a media temperatura), su piel es muy fina y podrían quemarse fácil y muy rápidamente.
- Se lavan, se secan y se espolvorean de sal antes de ponerlos en el aceite.
- Cuando comiencen a dorarse, se sacan y se escurren sobre papel de cocina pudiendo entonces añadirles sal gorda para su presentación.
En Ehosa tenemos una alternativa muy interesante para poder tener todo el año pimientos de padrón independientemente de la estación o climatología, y lo más importante, con garantía de sabor y sin picor.
Se trata de un producto para hostelería presentado en bolsas de kilo. Ya terminado y ultracongelado, lo que nos permitirá una rápida regeneración en el microondas en el momento de servicio, pudiendo utilizar las unidades que necesitemos en cada momento para una ración, complemento, adorno de un pincho o en su caso hasta guarnición de una carne a la brasa acompañando a las patatas.
Ahora sólo nos queda disfrutar de la intensidad de su sabor…